Científico pidió escuchar la Novena Sinfonía de  Beethoven al someterse a la eutanasia (VIDEO)

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BASILEA/Suiza.- El científico australiano , David Goodall, quien viajó a a Suiza para terminar con su vida por medio de un suicidio asistido, murió este jueves en una clínica donde pidió escuchar música de Beethoven mientras se procedía a la eutanasia.

La fundación Eternal Spirit, que lo ayudó a morir, informó que el ecologista y botánico de 104 años falleció acompañado por un pequeño grupo de familiares, sus nietos y amigos cercanos, tras administrársele una droga letal y mientras escuchaba la Novena Sinfonía de Beethoven como su último deseo antes de partir.

Antes de viajar a Suiza el científico australiano de 104 años se despidió de sus cercanos , tras señalar que no era feliz y su único deseo era poner fin a su vida.

Como eligió recibir una inyección letal, el doctor Christian Weber puso una cánula en el brazo de David”, quien giró la rueda para que la solución fluyera.

“David se quedó dormido en pocos minutos y murió poco después”, relata Eternal Spirit en un comunicado titulado “El Último día del profesor David Goodall”.

Aunque el científico no padecía ninguna enfermedad terminal, su deseo era morir, argumentando que ya no era feliz y que su calidad de vida se había deteriorado.

“Lamento profundamente haber llegado a mi edad”, contó el especialista en ecología a la cadena de televisión australiana ABC el día de su cumpleaños a principios de abril.

“No soy feliz. Quiero morirme. No es particularmente triste”, agregó

. Durante su carrera profesional, Goodall siempre se mostró a favor de la eutanasia asistida. “He apoyado la eutanasia voluntaria por muchos años y lamento tener que viajar a Suiza (…) Preferiría hacerlo en este país”, decía el ecologista desde el aeropuerto de Perth, Australia, antes de emprender el último viaje de su vida.

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El suicidio asistido o eutanasia, es ilegal en la mayoría de países del mundo. Estaba totalmente prohibido en Australia hasta que el estado de Victoria lo legalizó el año pasado. Pero esta legislación, que no entrará en vigor hasta junio de 2019, solo afecta a los pacientes en fase terminal con una esperanza de vida de menos de seis meses. (ECHA- Agencias)