La piel de una naranja puede servir para limpiar aguas contaminadas
La piel de la naranja, el pomelo o la mandarina supone un residuo problemático para la industria alimentaria. Se calcula que en el mundo se producen 38,2 millones de toneladas al año cáscaras, unos desechos que ocupan un gran volumen y no tienen muchas utilidades en la actualidad. Gracias a un grupo de investigadores españoles...