Unicef: terremoto en Ecuador deja a 120,000 niños sin clases

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El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), dio a conocer este martes, que el fuerte terremoto del 16 de abril en Ecuador dejó 120,000 niños fuera de clases de manera temporal, ante los daños causados a 280 escuelas.

Según una nota de prensa, la agencia especializada apoya los esfuerzos del gobierno ecuatoriano para garantizar el aprendizaje de los menores de edad, sobre todo en áreas muy afectadas por el sismo de magnitud 7,8, como Jama, Pedernales y Muisne, entre otras.

La educación resulta en estos casos un componente importante para ayudar a los niños a superar el trauma del caos y la destrucción, porque les ofrece un propósito y los ubica en el camino de la recuperación psicológica, afirmó el representante de Unicef en el país sudamericano, Grant Leaity.

Adecuar espacios para enseñar a niños

De acuerdo con Unicef, instalará en Ecuador 50 espacios para la enseñanza de 20 mil pequeños y distribuirá medios escolares para 60 mil.

El Fondo señaló que aunque el Gobierno sigue evaluando los daños por el devastador terremoto, estimados preliminares reflejan dos mil edificios dañados o destruidos y casi 30 mil personas permanecen en refugios.

Asimismo, solicitó 23 millones de dólares a la comunidad de donantes humanitarios, para atender las necesidades inmediatas de agua, sanidad, educación, protección y nutrición de muchos niños durante los próximos tres meses.

Altos funcionarios de la ONU han reconocido la respuesta de las autoridades ecuatorianas ante el potente temblor, el peor en el país desde 1979.

Crecida de ríos

En tanto, el presidente Rafael Correa recorrió este martes un poblado de la región central andina de Ecuador afectado por el desbordamiento de dos ríos a causa de intensas lluvias, cuando aún se recupera del terremoto de la semana pasada.

Al menos cuatro personas murieron y 300 sufrieron afectaciones en la localidad de Alluriquín debido a la crecida de los ríos Damas y Toachi, según un informe de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos.

El volumen de precipitaciones también provocó varios deslizamientos de tierra que cortaron la carretera de montaña Aloag-Santo Domingo, principal vía que une a Quito y a otras ciudades andinas con la región costera del país.

Como consecuencia de las inundaciones, más de 200 personas fueron evacuadas hacia Santo Domingo, una ciudad donde se habían instalado albergues para acoger a los damnificados de un terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter que el 16 de abril anterior generó graves daños en la provincia de Manabí.