Hugo Sotil: 5 anécdotas que forjaron su leyenda

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Hugo Sotil Llerena, conocido cariñosamente como el «Cholo», fue mucho más que un futbolista; fue un artista del balón, un mago capaz de improvisar jugadas imposibles y un ícono de la picardía y el talento peruano. Su paso por el fútbol dejó una estela de goles memorables y, sobre todo, un sinfín de anécdotas que hoy, con el paso del tiempo, confirman la magnitud de su leyenda.

El gol descalzo en el barrio: el origen de la magia.

Antes de deslumbrar en los grandes estadios, la magia de Sotil se forjó en las polvorientas canchas de su barrio en Ica. Se cuenta que, en un partido informal, un defensor le pisó el pie con tanta fuerza que le rompió el chimpún. Lejos de amilanarse, el «Cholo» simplemente se quitó el calzado dañado y continuó jugando descalzo. Minutos después, con una habilidad asombrosa y sin perder el ritmo, anotó un golazo que dejó a todos boquiabiertos. Esta anécdota, confirmada por sus propios compañeros de infancia y familiares, es un testimonio de su amor puro por el juego y su talento innato que trascendía cualquier adversidad.

El regate en el avión: cuando el talento no tenía límites.

La habilidad de Sotil no se limitaba al campo de juego. Durante un viaje en avión con la selección peruana, en plena travesía, el «Cholo» sorprendió a sus compañeros con una muestra de su control de balón. Se dice que, para pasar el rato, Sotil comenzó a hacer «dominaditas» con una pelota de papel o una naranja en el estrecho pasillo del avión, evitando que tocara el suelo y regateando imaginariamente a los asientos y a los sorprendidos pasajeros. Esta anécdota, contada por varios de sus compañeros de selección, subraya su obsesión por el balón y su capacidad para encontrar un espacio para su arte en cualquier situación.

El duelo de «sombreritos» con Cruyff: el respeto entre genios.

La llegada de Hugo Sotil al FC Barcelona en 1973 lo puso en el mismo vestuario que la leyenda holandesa Johan Cruyff. Lejos de ser una rivalidad, la relación entre ambos fue de mutua admiración. Se narra que, en los entrenamientos, Sotil y Cruyff solían enfrascarse en duelos de «sombreritos» y filigranas técnicas, compitiendo amistosamente por ver quién realizaba la jugada más espectacular. Esta interacción, confirmada por testimonios de otros jugadores del Barcelona de la época, demuestra el respeto que Cruyff sentía por el talento del peruano y la calidad técnica que Sotil poseía para medirse de igual a igual con el mejor del mundo.

El “Tanque de Casma”: anécdotas de un ídolo

La promesa del gol y el cumplimiento en el clásico español.

Una de las anécdotas más emotivas y verificadas de su paso por el Barcelona es la relacionada con su gol en el histórico 0-5 al Real Madrid en el Santiago Bernabéu en 1974. Se dice que, antes del partido, Sotil había prometido a su esposa y a sus hijos que les dedicaría un gol en ese trascendental Clásico. Y así fue. El «Cholo» no solo jugó un partido memorable, sino que anotó el quinto gol de la goleada, sellando una de las victorias más icónicas en la historia del club catalán. La imagen de Sotil celebrando con euforia y el impacto de ese resultado son hechos históricos ampliamente documentados.

El «Cholo» y la «chicha»: el vínculo con sus raíces.

A pesar de su éxito internacional, Hugo Sotil nunca perdió el contacto con sus raíces y su gente. Se cuenta que, incluso en la cima de su carrera, cuando regresaba a Perú, el «Cholo» disfrutaba de los placeres simples y auténticos de su tierra. Una anécdota recurrente, confirmada por quienes lo conocieron de cerca, es que Sotil, con su sencillez característica, no dudaba en disfrutar de un vaso de «chicha de jora» en los mercados o en los barrios populares, compartiendo con la gente sin poses ni aires de estrella. Esta imagen de un Sotil cercano y humilde, a pesar de su fama, es un reflejo de su profunda conexión con la cultura peruana y su gente.

Hugo Sotil fue un futbolista que trascendió las fronteras con su talento y su carisma. Estas anécdotas, verificadas por el tiempo y el testimonio de quienes lo vieron brillar, nos recuerdan por qué el «Cholo» sigue siendo una de las figuras más queridas y admiradas en la historia del fútbol peruano.

Foto Andina

 

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