El Pentágono informó este miércoles que ha abierto una investigación conjunta con la Policía Federal (FBI) por la supuesta filtración de información sobre el alcance de los ataques perpetrados por Estados Unidos contra las instalaciones nucleares de Irán, una medida que llega después de que se publicaran datos que apuntaban a que los daños causados serían menores de los esperados.
Así lo confirmó la Agencia de Inteligencia de Defensa estadounidense, que indicó que de momento «no se ha podido analizar la situación sobre el terreno y el resultado de los ataques». «Estos análisis son poco fiables porque son preliminares y distan de ser una conclusión», aseveró la entidad.
Por ello, defendió que más adelante, cuando se «obtengan todos los datos necesarios, se redefinirá la información de Inteligencia adicional». No obstante, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, recalcó que esta información simplemente pertenecía al «canal interno» del Departamento, según informaciones del diario Político.
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En este sentido, aseguró que el objetivo de estos datos es «hacer que el presidente parezca malo cuando realmente lo que ha hecho ha tenido un gran éxito», recalcó. «El daño causado a estas instalaciones ha sido de moderado a severo, y creemos que es más probable que sea grave», añadió.
Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, afirmó que las instalaciones nucleares de Fordo, uno de los tres complejos alcanzados por el ataque del domingo contra el país, se encuentran «fuera de servicio».
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En este sentido, indicó que la evaluación israelí apunta a que los ataques estadounidenses, «combinados con el bombardeo de Israel contra otros elementos clave del programa nuclear militar de Irán, provocó un retraso de años en las capacidades nucleares del país».
Europa Press