BRASILIA (Brasil).- El Supremo Tribunal Federal (STF) considera hoy que la situación jurídica del diputado licenciado Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente Jair Bolsonaro, empeoró significativamente tras agradecer al mandatario estadounidense, Donald Trump, el aumento de aranceles a Brasil.
El portal G1 asegura que el parlamentario se encuentra actualmente en el país norteño, en “excedencia forzosa”.
La Justicia investiga si está actuando para influir en la administración de Trump con el fin de obstaculizar los procedimientos que investigan a su padre y a sus aliados por un intento de golpe de Estado.
También el congresista está siendo indagado por obstrucción a la pesquisa de un delito penal relacionado con una organización criminal y por su posible participación en un intento de abolir violentamente el Estado de Derecho.
El Gobierno analiza cómo responder a los aranceles del 50 por ciento de Trump a productos brasileños.
Los jueces del STF destacaron que Eduardo Bolsonaro presentó pruebas contra sí mismo al publicar un mensaje en redes sociales la noche del miércoles en el que se atribuía la responsabilidad del esquema que condujo a la decisión de Trump de imponer gravámenes a productos brasileños.
Tal publicación se complementa con una carta del Trump, en la que justifica el aumento de las tarifas como una reacción a la “caza de brujas” contra Bolsonaro padre.
Para los magistrados, este conjunto de nuevos elementos refuerza la línea de investigación del Tribunal.
Bajo este escenario, los funcionarios judiciales afirman que Eduardo Bolsonaro podría enfrentar un juicio incluso antes de las elecciones del 2026.
Si la Fiscalía presenta una denuncia y posteriormente es condenado por una Corte como el Supremo, el parlamentario podría estar sujeto a la Ley de Antecedentes Limpios y quedar inhabilitado para los comicios.
El nuevo arancel que anunció Trump constituye una declaración de guerra y reaviva la lucha antiimperialista en Brasil, aseguran analistas citados por el portal Brasil de Fato.
La fuente refiere que la decisión del republicano de imponer valores a los productos nacionales generó una fuerte indignación política en el país y podría fortalecer la oposición del campo progresista contra el dominio y expansión de potencias imperiales.
Expertos consideran la medida como gesto político, no económico, destinado a debilitar al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y favorecer a la extrema derecha brasileña. Sin embargo, ha tenido el efecto contrario.
“Trump no adoptó una medida económica, es una medida política, cuyo objetivo ahora, el año que viene, es derrocar al Gobierno brasileño”, afirma el historiador Valter Pomar en una entrevista con la emisión de audio digital (podcast) Tres por Cuatro de Brasil de Fato.
Fuente y foto Prensa Latina