Alberto Montellanos: leyenda de Alianza Lima

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Alberto Montellanos, conocido por sus apodos «El Hombre Culebra» o «El Hombre Jebe», es una figura legendaria del fútbol peruano. Llegó a Alianza Lima en 1921 y fue varias veces campeón con el cuadro victoriano. Como notable interior derecho brilló en una época esplendorosa y su nombre está asociado a los grandes triunfos del Alianza Lima. Su figura, elegante y señorial, se destacó por sus extraordinarias cualidades, dejando una huella imborrable en el club de La Victoria.

El estilo de juego de Montellanos era inconfundible, combinando un ingenioso tecnicismo con la picardía criolla. Era un maestro del regate, capaz de realizar asombrosas jugadas que convertían los partidos en una verdadera fiesta. Con su cintura flexible, superaba a los defensores más difíciles. Su habilidad para eludir a los rivales era tan destacada que muchos lo consideraban un genio del malabarismo con el balón.

Uno de los aspectos más recordados de su carrera fue su asociación con José María Lavalle. Juntos, formaron una «pareja de ensueño» conocida como Lavalle-Montellanos, una de las mejores alas derecha en la historia del fútbol. Juntos, no solo ofrecieron una solvencia técnica impresionante, sino que también contribuyeron a las victorias más resonantes del Alianza Lima, incluso en una gira por México y Centroamérica en 1926.

Montellanos también nos dejó hazañas memorables a nivel internacional. Uno de sus logros más notables fue cuando le marcó un gol al famoso arquero español Ricardo Zamora en un partido entre Alianza Lima y el Real Deportivo Español. Sus habilidades también le valieron aplausos interminables en Chile, donde su dribleo endiablado y su zigzagueo desconcertante deslumbraron al público. Además, tuvo actuaciones cumbres contra equipos argentinos como el Atlético Tucumán y el Vélez Sarsfield. En un partido contra este último, realizó una faena brillante burlando a los zagueros y anotándole un gol espectacular al popular «Oso» Díaz.

En cuanto a su participación con la selección nacional, Montellanos vistió la camiseta bicolor en los Sudamericanos de Lima de 1927 y 1935. Después de este último torneo, se retiró del fútbol, colgando los botines. Se retiró del Alianza Lima con la satisfacción de haber defendido sus colores con lealtad incondicional, mostrando un gran apego y amor por el club.

Pep Guardiola: un genio del fútbol

Su llegada al Alianza Lima fue un momento crucial. Con solo 18 años, fue llevado al club por su hermano José Montellanos. Desde el principio, demostró sus grandes condiciones y supo convertir sus sueños en una dorada realidad. Su juego personalísimo era tan impactante que podía cambiar la faz de muchos partidos. Cuando la derrota parecía inminente, su figura crecía en la cancha y el triunfo llegaba, encendiendo el júbilo de los hinchas aliancistas.

Aun en una época con otros eximios gambeteadores como Adelfo Magallanes, Pedro Ibáñez, Luis «Caricho» Guzmán, Máximo «Vides» Mosquera y Roberto «Tito» Drago, quienes vieron a Montellanos actuar inclinaron su preferencia por él. Su calidad fue reconocida por todos, y su figura se convirtió en sinónimo de triunfos notables. Aunque su plaza fue ocupada más tarde por el también brillante Adelfo Magallanes, para muchos, Alberto Montellanos siempre fue el preferido.

Alberto Montellanos dejó una huella imborrable en el fútbol peruano. Fue un genio con el balón, un dribleador insuperable que con su perspicacia e imaginación brindó verdaderas lecciones de magia. Su recuerdo está profundamente asociado a los triunfos del Alianza Lima, y su legado perdura como el de un jugador de leyenda que cambió la historia del fútbol con su genialidad.

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