VATICANO – En una histórica ceremonia celebrada este domingo en la plaza de San Pedro, el pontífice León XIV proclamó santo a Carlo Acutis, el adolescente que falleció en 2006 a los 15 años de edad. Con esta decisión, Acutis se constituye en el primer santo de la generación millennial y es reconocido como el «patrón de Internet» debido a su uso innovador de las plataformas digitales para difundir el mensaje cristiano entre los jóvenes de su época.
La celebración siguió el protocolo establecido para estas ocasiones solemnes. El prefecto del dicasterio encargado de las Causas de los Santos procedió a la lectura de las biografías de los nuevos beatos, solicitando posteriormente que sus nombres fueran registrados en el catálogo oficial de santos. Cuando el papa pronunció la fórmula latina de canonización, una multitudinaria ovación resonó por toda la emblemática plaza vaticana.
Miles de devotos procedentes de diversas naciones se congregaron en San Pedro para presenciar el evento, destacando la notable presencia de jóvenes seguidores de Acutis que portaban estampas con la imagen del adolescente. Entre los asistentes de honor se encontraba el presidente de Italia, Sergio Mattarella.
Familia presente en ceremonia histórica del Vaticano
Los familiares directos de Carlo Acutis participaron activamente en la ceremonia. Sus progenitores y sus dos hermanos acompañaron el momento especial, mientras su madre, Antonia Salzano, tuvo el honor de transportar hasta el altar el relicario que contiene fragmentos del corazón de su hijo.
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El nuevo santo millennial vio la luz en Londres el 3 de mayo de 1991, ciudad donde residía la familia por motivos laborales del padre. Posteriormente se establecieron en Milán, y tras recibir la Primera Comunión a los siete años, el niño mostró una profunda vocación religiosa. Su declaración más recordada fue: «La Eucaristía es mi camino al Cielo».
Su fascinación por la tecnología comenzó cuando colaboró con un estudiante de ingeniería informática en el desarrollo del sitio web parroquial. Esta experiencia lo llevó a dominar el diseño y programación de páginas web, pasión que lo motivó a crear durante el verano de 2006 el portal digital de un proyecto solidario en su institución educativa. También contribuyó al sitio web de la Academia Pontificia Cultorum Martyrum, organización a la que pertenecía su madre. Adicionalmente, desarrolló una aplicación digital para facilitar el rezo del Rosario.
«Carlo era un adolescente bondadoso, alegre y jovial. No ocultaba su fe ni su amor por Jesús. Estaba deseoso de ayudar a sus compañeros necesitados, y en el barrio donde vivía, ayudaba a los pobres que mendigaban con su amistad y parte de su paga. Decía: Estar siempre unido a Jesús, este es mi plan de vida», recordó Smeraro.
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Durante los períodos vacacionales que pasaba en Asís (Perugia), el joven desarrolló una especial devoción hacia San Francisco de Asís, identificándose con su respeto hacia la Creación, su búsqueda constante de la paz y su compromiso con los más desfavorecidos.
En octubre de 2006, los médicos le diagnosticaron leucemia en su variante más agresiva. El deterioro de su estado de salud fue vertiginoso, y el 12 de octubre de 2006, a los 15 años y cinco meses de vida, entregó su alma al Creador.
Sus restos mortales se preservan en la Iglesia de la Spogliazione, ubicada en Asís, donde permanecen expuestos para la veneración de innumerables peregrinos que llegan desde todos los rincones del planeta.
El proceso de beatificación culminó el 10 de octubre de 2020 en la basílica de San Francisco de Asís, mientras el 23 de mayo se anunció oficialmente que el pontífice había firmado el decreto papal que autorizaba su canonización.
Foto @Vatican Media