Elizabeth Chase Olsen nació el 16 de febrero de 1989 en Sherman Oaks, California, en el seno de una familia vinculada al espectáculo. Hija de Jarnette, una mánager personal, y de Dave, un desarrollador de bienes raíces y banquero hipotecario, Elizabeth creció junto a sus famosas hermanas mayores, las gemelas Mary-Kate y Ashley Olsen, quienes ya eran íconos infantiles de la televisión estadounidense.
Desde temprana edad, con apenas cuatro años, Elizabeth comenzó a actuar junto a sus hermanas, aunque su camino hacia la fama tomaría una dirección completamente distinta y más tardía que la de ellas.
A diferencia de sus hermanas, Elizabeth decidió formarse académicamente antes de lanzarse de lleno a Hollywood. Se graduó de la Universidad de Nueva York, preparándose meticulosamente para una carrera actoral seria y sostenida. Su debut cinematográfico llegó en 2011 con el thriller psicológico «Martha Marcy May Marlene», donde interpretó a una joven que escapa de una secta y lucha con traumas psicológicos.
La interpretación de Olsen recibió elogios de la crítica, ganándose numerosos premios y nominaciones por su retrato de un personaje complejo y atormentado. Este trabajo le valió una nominación al BAFTA Rising Star Award y al Critics’ Choice Movie Award, marcando su entrada triunfal en el circuito del cine independiente.
Durante sus primeros años en la industria, Olsen demostró versatilidad eligiendo proyectos diversos. Participó en «Silent House» (2011), «Liberal Arts» (2012) y el blockbuster «Godzilla» (2014), mostrando que podía transitar tanto el cine indie como las grandes producciones. Sin embargo, su carrera experimentaría un giro monumental en 2015 cuando firmó con Marvel Studios para interpretar a Wanda Maximoff, posteriormente conocida como la Bruja Escarlata.
El salto cuántico: Wanda Maximoff y el Universo Marvel
Su interpretación de Wanda Maximoff/Scarlet Witch en el Universo Cinematográfico de Marvel la convirtió en una estrella internacional. Debutó en «Avengers: Age of Ultron» (2015) y continuó desarrollando el personaje en «Captain America: Civil War» (2016), «Avengers: Infinity War» (2018) y «Avengers: Endgame» (2019).
Cada aparición profundizaba más en las capas emocionales de Wanda, un personaje marcado por la pérdida, el poder descontrolado y la búsqueda de redención. Olsen logró humanizar a una superheroína capaz de alterar la realidad misma, convirtiéndola en uno de los personajes más queridos del MCU.
El verdadero punto de inflexión llegó en 2021 con «WandaVision», la primera serie de Marvel Studios para Disney+. La serie recibió 23 nominaciones a los Premios Emmy Primetime, la mayor cantidad para una miniserie ese año. Olsen fue nominada al Emmy como Mejor Actriz Principal en una Miniserie o Película, así como al Globo de Oro y al Critics’ Choice Television Award.
Aunque no ganó estos premios, las nominaciones representaron un hito para Marvel y consolidaron a Olsen como una actriz dramática de primer nivel, capaz de llevar sobre sus hombros una producción compleja que mezclaba sitcoms clásicas con drama psicológico profundo.
«WandaVision» no solo fue un éxito de crítica, sino también un fenómeno cultural que reinventó la narrativa televisiva de superhéroes. La serie exploró el duelo, el trauma y la negación a través de una estructura meta-televisiva que homenageaba décadas de comedia estadounidense. Olsen navegó magistralmente entre momentos de comedia física y escenas de devastadora profundidad emocional, demostrando un rango actoral que sorprendió incluso a sus más acérrimos admiradores.
Más allá de Marvel: una carrera multifacética
Paralelamente a su trabajo con Marvel, Elizabeth nunca abandonó el cine independiente que la lanzó al estrellato. En 2017, protagonizó «Wind River» junto a Jeremy Renner e «Ingrid Goes West» con Aubrey Plaza, ambas producciones aclamadas que le permitieron explorar personajes complejos fuera del mundo de superhéroes. También protagonizó la serie dramática «Sorry for Your Loss» (2018-2019) en Facebook Watch, donde interpretó a una viuda enfrentando el duelo, y «Love & Death» (2023), donde personificó a Candy Montgomery en un drama criminal real.
En 2024 y 2025, Olsen continuó expandiendo su filmografía con «His Three Daughters», «The Assessment» y «Eternity», demostrando su compromiso con proyectos variados. Regresó al MCU en «Doctor Strange in the Multiverse of Madness» (2022), donde Wanda tomó un giro más oscuro como antagonista, permitiendo a Olsen explorar nuevas dimensiones de terror y tragedia en el personaje que la definió para millones de espectadores alrededor del mundo.
La actriz ha confesado en entrevistas que mantiene una relación ambivalente con su rol en Marvel. Como ella misma expresó: «Nadie acepta un trabajo en Marvel pensando que será nominado a algo». Sin embargo, las nominaciones llegaron, validando el trabajo artístico dentro de un género frecuentemente subestimado por la academia.
El legado de una artista en construcción
Con 36 años en 2025, Elizabeth Olsen se encuentra en la cima de su carrera, pero lejos de conformarse. Su habilidad para equilibrar proyectos comerciales masivos con cine independiente íntimo la distingue en una industria donde muchos actores quedan encasillados tras participar en franquicias. Ha demostrado que es posible ser la heroína de un blockbuster de mil millones de dólares y, simultáneamente, la protagonista de un drama familiar que se estrena en festivales.
La trayectoria de Olsen representa una nueva generación de actores que desafían las categorías tradicionales. Mientras sus hermanas gemelas se retiraron de la actuación para convertirse en magnates de la moda, Elizabeth ha forjado su propio camino, uno que honra tanto el arte como el entretenimiento, la experimentación como la narrativa clásica. Con cada proyecto, demuestra que el verdadero poder no está en controlar la realidad, como su alter ego Wanda Maximoff, sino en controlar la propia narrativa profesional en un Hollywood cada vez más impredecible.