Las autoridades peruanas confirmaron este martes el arresto de Tony Janzen Valverde Victoriano, alias «Pequeño J«, (20 años) señalado como el cerebro detrás del triple femicidio registrado en Florencio Varela, Argentina. La captura se concretó tras la detención en Lima de Matías Agustín Ozorio, identificado como su brazo derecho en la organización criminal.
Con estas dos capturas recientes, la cifra de personas detenidas por el homicidio de Brenda del Castillo, Lara Gutiérrez y Morena Verdi alcanzó un total de nueve personas involucradas en el caso.
Los primeros arrestados fueron Magalí Celeste González Guerrero (28), Andrés Maximiliano Parra (18), Iara Daniela Ibarra (19) y Miguel Ángel Villanueva Silva (27), quienes ya fueron trasladados al penal de Melchor Romero en Argentina. Durante el fin de semana, las fuerzas de seguridad lograron capturar a Víctor Sotacuro Lázaro en Villazón, localidad fronteriza de Bolivia, y a Ariel Giménez, imputado por excavar la tumba donde fueron sepultadas las víctimas.
Detienen a sobrina de uno de los acusados del caso
Por otro lado, Florencia Ibáñez, familiar de Sotacuro Lázaro, fue arrestada el lunes después de confirmarse que estuvo presente en el mismo automóvil con su tío durante la noche de los asesinatos. Ambos fueron interrogados recientemente por el fiscal especializado en Homicidios, Carlos Adrián Arribas.
Desde el comienzo de las pesquisas, las investigaciones apuntaron a «Pequeño J» como el principal implicado en la planificación del asesinato múltiple.
De acuerdo con la teoría que maneja la fiscalía, el acusado no solamente habría dado la orden para ejecutar a las tres mujeres, sino también habría instruido que el crimen fuera transmitido en vivo mediante plataformas digitales, buscando maximizar el terror y establecer un mensaje directo.
Disputa territorial por venta de drogas sintéticas habría motivado el crimen
El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso, declaró en días previos que «Pequeño J» buscaba extender su red de comercialización de estupefacientes sintéticos, especialmente el tusi, hacia zonas como el Bajo Flores y Florencio Varela, circunstancia que habría desencadenado la violenta venganza.
Foto Andina