El incendio que consumió el karaoke Calma Tripas en Huancané, región Puno, la tarde del jueves 4 de diciembre, causó la muerte de diez jóvenes que no lograron escapar. El segundo piso del establecimiento estaba asegurado con candado, impidiendo cualquier vía de salida cuando el fuego se desató.
Familiares y personas que sobrevivieron revelaron detalles perturbadores del siniestro. Indicaron que las puertas y ventanas fueron selladas con tecnopor, transformando el lugar en una trampa mortal sin escapatoria. El propietario habría cerrado las entradas después de alquilar el espacio por horas.
🔥 Alertas ignoradas y un acto desesperado
Una joven sobreviviente intentó advertir sobre sus compañeros desde el inicio, pero no fue escuchada. «Mi hermanito está ahí, hay nueve jóvenes adentro», gritaba entre lágrimas, conforme relató una pariente.
Mientras vecinos trabajaban para controlar las llamas con baldes y extintores, la dueña del local negó que hubiera personas en el interior y priorizó rescatar sus bienes. «Ella sacaba sus ollas mientras los cuerpos se calcinaban arriba», denunciaron los afectados, exigiendo responsabilidad por lo que califican como abandono criminal.
Tragedia en Puno: fallecen diez personas en incendio de karaoke y tres quedan heridas
Un tío de Sadith Uscamaita Clavijo, de 18 años, recibió una llamada desesperada instantes antes de la tragedia. «Tío, nos han cerrado adentro, no podemos salir, sálvame», fueron las últimas palabras que escuchó antes de que la comunicación terminara.
Las víctimas mortales eran ocho estudiantes del Instituto Pedagógico Público de Huancané y dos personas que los acompañaban. Celebraban un cumpleaños cuando el fuego los sorprendió. Las divisiones de madera y la carencia de agua en la zona aceleraron la propagación, dejando solo escombros.
⚖️ Las omisiones de las autoridades
Vecinos y un trabajador de Serenazgo realizaron esfuerzos de rescate, pero el humo y las llamas lo impidieron. Solo dos individuos lograron salvarse al destruir un balcón, mientras los demás quedaron encerrados sin opción de salvación.

Las familias responsabilizan tanto a los administradores del karaoke como a los funcionarios que autorizaron su operación clandestina. El local fue clausurado en diciembre de 2024 y notificado nuevamente en abril de este año.
La Fiscalía envió tres escritos oficiales al alcalde Valerio Tapia solicitando su cierre permanente, pero estas advertencias no fueron atendidas. «Las autoridades sabían del peligro y no hicieron nada», manifestaron los damnificados.
Los testimonios coinciden en que el siniestro comenzó en la zona de cocina y avanzó rápidamente, bloqueando la salida disponible. «Era como un horno, no tenían ninguna chance», relató un residente que tentó auxiliar a los atrapados.
Los deudos demandan una investigación rigurosa y castigos para los responsables. «No fue un accidente, fue un crimen», sentenciaron, recordando que los jóvenes de entre 17 y 24 años solo deseaban pasar un momento feliz. Hoy, en lugar de risas, persiste el duelo de una desgracia que pudo prevenirse.
Fotos Andina
