Luis Luna inició su trayectoria deportiva en los torneos de barrio del Cercado de Lima, destacando en zonas como Monserrate y la Plaza Dos de Mayo. Su debut oficial ocurrió en 1929, cuando a los 16 años ganó las pruebas de 100 y 200 metros planos en el torneo interescolar. Este éxito temprano lo posicionó como una de las promesas más sólidas del atletismo peruano de la época.
En 1930, con 17 años, se incorporó al club Universitario de Deportes para desempeñarse como wing derecho. Su estreno internacional fue ante el Alajuela de Panamá, equipo que realizaba una gira por Lima. Pese a su ascenso en el fútbol profesional, Luna nunca abandonó las pistas, manteniendo un equilibrio constante entre ambas disciplinas durante la década de los 30.
Récords y medicina deportiva
Su mayor logro deportivo llegó en los I Juegos Bolivarianos de Bogotá en 1938. Luna integró el equipo de relevos 4×400 metros que obtuvo la medalla de plata para el Perú. En el ámbito individual, estableció una marca de 49.2 segundos en los 400 metros planos, registro de alto nivel para el contexto sudamericano de aquel tiempo.
Un hecho histórico en su carrera fue ser el primer atleta peruano intervenido quirúrgicamente de los meniscos. La operación, realizada por el doctor Guillermo Gastañeta, fue necesaria debido al desgaste físico de alternar el fútbol y el atletismo. Tras un periodo de recuperación, Luna regresó a la alta competencia en 1935, demostrando su resiliencia física.
Impacto internacional y legado
La figura de Luna trascendió lo deportivo para convertirse en un referente estético del atleta nacional. Una fotografía suya fue exhibida en la Exposición de California, en Estados Unidos, como modelo del biotipo deportivo. Su técnica de partida y su estilo en la pista fueron reconocidos por expertos internacionales como el entrenador «Gringo» Carr.
A nivel local, protagonizó una recordada rivalidad en las pistas con el velocista Antonio Cuba. Estos duelos elevaron el nivel de las competencias nacionales de velocidad, obligando a ambos atletas a romper sus propios récords de manera consecutiva. Su disciplina le permitió mantenerse en la élite deportiva a pesar de las limitaciones médicas de la época.
Luis Luna resume una etapa formativa del deporte peruano. Su capacidad para destacar simultáneamente en Universitario de Deportes y en el atletismo bolivariano lo convirtieron en un ejemplo de versatilidad técnica. Su legado se mantiene vigente como el primer gran referente de la velocidad y la superación médica en el Perú.
| Categoría | Detalle |
| Club de fútbol | Universitario de Deportes (1930) |
| Posición | Wing (puntero) derecho |
| Especialidad atletismo | 100, 200 y 400 metros planos |
| Mejor marca 400m | 49.2 segundos |
| Máximo logro | Medalla de plata 4x400m (Bolivarianos Bogotá 1938) |
| Hito médico | Primer deportista peruano operado de meniscos |
| Entrenador | «Gringo» Carr |
