¿Cuando se jodió el fútbol y empezó la corrupción FIFA?

 

El dato más flagrante lo tuvimos en el mundial Argentina 1978, cuando periodistas de “El Gráfico” preguntaron al presidente FIFA, el brasileño Joao Havelange, ¿por qué tantos avisos alrededor de las canchas?.

Havelange respondió: “Porque yo he sido electo presidente FIFA, para manejar un negocio llamado fútbol”. Y habló de los costos de los mundiales y como tenían que buscar auspiciadores para cubrir los gastos, lograr premios y que quede un beneficio para la entidad rectora del fútbol en el mundo.

Pero es bueno precisar que Havelange había sido electo presidente FIFA en un Congreso de ese organismo, celebrado en Frankfurt, durante el Mundial Alemania 1974. Varios periodistas peruanos nos quedamos para ver esa elección, pues Havelange se presentaba con el apoyo de la Confederación Sudamericana de Fútbol, que presidía el peruano Teófilo Salinas.

El adversario a vencer era el inglés Stanley Rouss, nombrado Sir por los reyes ingleses, pues en el mundial Inglaterra 1966, influyó con los árbitros para que su país se quedase con la corona.

El doctor Salinas era un dirigente que no conocía de negocios, porque siempre fue funcionario público. Entonces se desempeñaba en el ministerio de Hacienda y Comercio. Tipo dichirachero, bromista y conocedor del fútbol, pues se había iniciado como dirigente de Alianza Lima, comenzando los cincuentas.

En ayuda a la postulación de Havelange, que contaba con los votos de América, o sea la Conmebol y la Concacaf, Salinas había convencido a los representantes de Asia y África para iniciar un cambio verdadero, brindándole más plazas a sus continentes en los siguientes mundiales.

Pero parece que Stanley Rouss también les había hecho esas propuestas, por lo que a la hora de la elección, el asunto no parecía seguro. El Dr. Salinas estaba ubicado casi al final de la larga mesa, con los dos postulantes al medio, cuando se ha acerado a Havelange y le dijo algo al oído y el brasileño solicitó un cuarto intermedio. Fue entonces que Salinas volvió a hablar con los dirigentes de Asia y África, con Havelange presente, para comprometer sus votos.

A la hora de elección triunfó Havelange, quien mostró su reconocimiento por la ayuda brindada por nuestro compatriota. Y parecía que había química entre ambos, pues siempre se les vio juntos y charlando amenamente.
Salinas aclara “El Gráfico” lo del “negocio llamado fútbol” y se termina la amistad…

Para ese mundial Argentina 1978, yo ya era secretario de prensa de la Confederación Sudamericana de Fútbol, encargado, básicamente, de elaborar un boletín bimensual y tomar nota de los acuerdos, especialmente de los temas de Asambleas, donde a veces se presentaba Havelange, aunque más se hacía representar por Abilio de Almeyda, quien presidía la Comisión de Arbitraje de la Conmebol.

Y en Buenos Aires el Dr. Salinas me dijo que Havelange estaba equivocado, pues el fútbol es un deporte y no un negocio. Y fue lo que declaró a los periodistas de “El Gráfico” cuando lo fueron a entrevistar.
Comprenderán que estas declaraciones no le gustaron a Havelange, quien de a pocos se fue retirando del círculo social de Salinas.

Pero lo que era púbico es que entonces Havelange era dueño de la poderosa empresa de comunicaciones brasileña O’Globo, que tiene diarios, radio y televisión. También era el mayor accionista de la Red Rodoviaria, las empresas de transporte terrestre en Brasil, que son muy usadas porque ese país es plano, sin los Andes, que afecta a la mayoría de países sudamericanos.

Pero en los años siguientes ocurrieron dos hechos que terminaron por romper esa amistad entre Salinas y Havelange, quien seguía mirando el fútbol, como un negocio. Un mundial juvenil, que se le había entregado a Chile, Havelange lo cambió para ser jugado en la Unión Soviética, pues “Coca Cola” quería ingresar a ese conglomerado de países comunistas, donde ya estaba la competidora “Pepsi Cola”. ¿Cuánto pagaría “Coca Cola” por cambio tan importante? Quién sabe señor.

Pero lo peor fue quitarle el mundial de 1986 a Colombia, que tanto trabajo había costado al presidente de la Federación Colombiana, mi amigo Alfonso Seniors, y al propio Salinas, pues era la época en que Sudamérica se disputaba con Europa, la organización de los mundiales. Luego de España 1982, tocaba el de Colombia 1986.
Havelange designa México y hace el gran negocio con Televisa de Azcárraga en 1986.

Ya Havelange se las sabía todas y seguramente en México 1970, conversó con el magnate de la televisión mexicana, Emilio Azcárraga, dueño de Televisa, que maneja toda la televisión mexicana y de Univisión, que en Estados Unidos es vista por los habitantes de habla hispana. Además Azcárraga (+) ya estaba metido en el fútbol, pues era dueño del estadio Azteca, del club América y del estadio de Guadalajara.

¿Cómo hizo Havelange para quitarle a Colombia la sede del mundial de 1986? Creó en FIFA un “Cuaderno de Intenciones”, mediante el que Colombia, que estaba afectada por las Farcs, se comprometía a pagar a ese organismo 3 mil millones de dólares sino tenía todo listo, en menos de medio año. Como era imposible cumplir y la multa muy fuerte, el presidente colombiano dijo no.

Pero como el Dr. Teófilo Salinas debía defender que ese mundial se jugase en Sudamérica, viajó hasta Brasil para hablar con el presidente Coutinho, sin saber que ya antes le habían hablado Havelange y Pelé, haciéndole ver la no conveniencia de organizar ese mundial.

Lo cierto es que Havelange se sintió molesto con su ex amigo Salinas y buscó la forma de sacarlo de la presidencia de la Confederación Sudamericana de Fútbol y citó a Río de Janeiro a todos los presidentes de Federaciones o Asociaciones sudamericanas, entre ellos “Cachito” Ramírez, a quien el presidente Alan García había nombrado presidente de la Federación Peruana de Fútbol.

Inicialmente Havelange se equivocó, pues pretendió que el argentino Julio Grondona fuese el reemplazante de Salinas, sin recordar que había un acuerdo por el que esa presidencia debía recaer en un dirigente que no fuese del Atlántico (Brasil, Argentina y Uruguay) pues ya tenían el poder deportivo y no debía cedérseles también el poder político. Recién entonces, debió convocar nueva reunión, con gastos pagos y hasta con esposas, y el elegido fue el paraguayo Nicolás Leoz, quien durante el mandato de Salinas (1966-1986) había desempeñado la vicepresidencia, pero generalmente no hablaba.

Crea “Trafic” con su yerno Ricardo Texeira y el hijo de del mexicano Azcárraga

Fue una jugada propia de hombres que conocían de negocios y monopolios. Para captar la publicidad de los auspiciadores FIFA y otros que quisiesen invertir en los mundiales o torneos de fútbol, como la Copa América o la Libertadores, Havelange convenció a su yerno Ricardo Texeira (casado con su única hija y padre de su único nieto), a quien había nombrado presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, para que aceptase presidir, con el hijo de Emilio Azcárraga, del mismo nombre, una empresa publicitaria “Trafic”, encargada de los avisos en los mundiales y en el mundial de México 1986 se llevaron cerca de 80 millones de ganancias cada uno. Para Copa América y Copas Libertadores y Sudamericana creó “Torneos y Competencias”

Havelange estaba feliz, pues su yerno Ricardo Texeira, a cambio, le puso el apellido materno, Havelange, a su hijo (nieto de Joao), que debía ser Texeira. Sigue la dinastía en Brasil.

Pero la idea de Havelange era crear una organización interna en FIFA, que manejase las trasmisiones de televisión, contratando, para ello, desde camarógrafos, hasta comentaristas, relatores, entrevistadores y auxiliares, lo que concretó en el mundial Estados Unidos 1994, donde los canales particulares no tuvieron ingreso a los campos de juego y ni siquiera a los entrenamientos.

Todo lo manejaba FIFA y lo sigue manejando, vendiendo a los canales particulares su señal, con mucho dinero bajo la mesa. En estos delitos está incurso Manuel Burga y muchos presidentes de federaciones sudamericanas y de Concacaf.

Pero la ambición de Havelange fue desmedida y, aunque se alejó del cargo en 1994, dejó todo listo para que le sucediese quien era su secretario y le conocía todas las mañas, el suizo Joseph Blatter, con quien siguió haciendo de las suyas, como vender los mundiales, como ocurrió con Qatar, coimas que le costaron a Havelange y al paraguayo Leoz, ser expulsados de FIFA por vender sus votos y propiciar la venta de otros dirigentes.

Conmebol también tiene equipos de trasmisión, igual que Movistar en el Perú

Y como todo lo malo se imita. La Conmebol también tiene, ahora, equipos de transmisión para las Copas América, Libertadores y Sudamericana, por lo que país que desea trasmitir estos eventos, debe comprarle la señal. Otro motivo para las coimas.

En el Perú también ocurre igual con Movistar, canal 3, principal auspiciador del campeonato peruano y cuyos partidos son transmitidos exclusivamente por canal 3. Y si un canal particular desea trasmitir un partido debe comprar la señal de Movistar, lo que se presta a coimas. Y también preocupa que estos empresarios de Movistar puedan influir para que la Asociación Deportiva de Fútbol Profesional organice los campeonatos en el formato que le presentan, tal como está resultando el mamarracho que se juega en estos días con una semifinal entre los campeones del torneo El Inca y el campeón del Apertura, y en la otra llave lo hacen el ganador del Clausura y el tercero del puntaje acumulado. El fútbol se presta para todo tipo de chanchullos y coimas… Hasta la próxima.

 

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