Lo dice la historia. El 19 de diciembre de 2003, hace exactamente 12 años, Cienciano del Cusco derrotó en el estadio de la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa, a River Plate de Argentina 1-0 (gol del defensa Lugo), y se coronó campeón de la Copa Sudamericana, en una de las campañas más espectaculares de nuestro fútbol.
Y al año siguiente, 2004, siguiendo los lineamientos de la Conmebol, debió enfrentar al campeón de la Copa Libertadores, Boca Juniors, que se había coronado campeón mundial Interclubes en Tokio, y condicionó jugar el partido en Miami el 7 de noviembre de ese año, pues antes debió cumplir una gira muy extensa por Europa, para ver quien ganaba la Recopa, que los xeneises ya la habían hecho suya en dos ocasiones. Contra todo pronóstico, Cienciano ganó, en los lanzamientos de penales 4-2 y le dio otro triunfo internacional al fútbol peruano.
Sus hinchas habían creado un grito guerrero ¡Sí se puede! que nació en los Andes cusqueños y se metió en los hogares peruanos, que seguían por televisión estos partidos tan notables.
Lamentablemente sus dirigentes no tuvieron visión de presente y futuro, ni siquiera compraron un local institucional, y poco a poco Cienciano fue cediendo, hasta ser dirigido, en los últimos años, por una Administración Temporal, nombrada por el gobierno, junto a otros clubes deudores, como Alianza y Universitario, cediendo puntos en la cancha y en la mesa, hasta perder la categoría. Cienciano, el equipo histórico, el que retumbó los Andes y le dio dos títulos al fútbol peruano, jugará el próximo año en Segunda División. ¡Horrible!
Pero las malas noticias de Cienciano, empezaron el 18 de setiembre último, cuando un cáncer traidor se llevó a Freddy Ternero, el carismático entrenador que lo llevó de la mano a esos dos títulos internacionales, un orgullo único para el querido y siempre recordado club cusqueño.
Campaña empezó en agosto frente a Alianza Lima y Universidad Católica de Chile
Fue en el mes de agosto que la Conmebol fijó los primeros partidos de Cienciano, primero frente al otro equipo peruano, Alianza Lima, al que ganó en Matute y en el Cusco. Luego debió enfrentarse a Universidad Católica de Chile, que había eliminado al otro equipo chileno, Provincial Osorno. También salió triunfante. Pero la prensa no hizo muchos elogios y se consideraba que Cienciano era un equipo más.
Recién tomo conciencia del avance del club cusqueño, cuando pasó a la siguiente vuelta, donde debía enfrentar a Santos de Brasil, el equipo de Pelé, ganador de muchas copas y de renombre internacional.
Es bueno advertir que la Confederación Sudamericana de Fútbol había iniciado esta Copa Sudamericana el año anterior, 2002, pues antes se jugaron los torneos Merconorte y Mercosur, que no resultaron atractivos ni rentables. Y el primer campeón había sido San Lorenzo de Almagro, reconocido club argentino.
Nace el ¡Sí se puede! que retumba todos los Andes…
Pero aquel partido con Santos fue el inicio del grito guerrero del ¡Sí se puede! que los hinchas cusqueños pusieron de moda para alentar a su equipo que había clasificado a cuartos de final. Es que en el partido en Santos todos estaban a favor del equipo de Pelé, que lucía varias Copas Libertadores, frente a un debutante internacional, como Cienciano.
En el equipo cusqueño destacaban el golero y capitán Óscar Ibáñez, argentino que se había nacionalizado y hasta había jugado por la selección peruana, el lateral Alessandro Morán, visible por su larga peluca e intenso trajín en la cancha, el defensa central paraguayo, Carlos Lugo, de mando y preciso despeje, y el centro delantero Germán Carty, el hombre gol del plantel. Entonces los hombres de prensa e hinchas limeños y de todo el Perú, debíamos contentarnos con mirar estos partidos por la televisión.
Y contra todo pronóstico, Cienciano igualó en Santos, el 16 de octubre, 1-1 y con el ¡Sí se puede! retumbando los Andes, le ganó 1-0, a la semana siguiente en el Cusco, pasando a semifinales, donde aguardaba Atlético Nacional de Colombia, que también conocía las mieles del éxito, pues había ganado una Copa Libertadores.
Pero Cienciano, ya metido en el alma popular y sacando provecho de sus virtudes, ganó en Medellín 2-1 y repitió el plato en el Garcilaso del Cusco con un simple 1-0, pasando a la soñada final contra River Plate de Argentina.
River reclama a la Conmebol y final se pacta en Arequipa
Este es también un episodio importante en la historia, pues los dirigentes de River, con influencia en la Confederación Sudamericana de Fútbol, lograron que la entidad rectora dictaminase que el Cusco estaba en una altitud peligrosa, como si los equipos bolivianos, en especial de La Paz, como el Bolívar, nunca pudiesen jugar de locales en su ciudad de origen.
Pero en el mismo Buenos Aires, en el Estadio Monumental de River, el 10 de diciembre, Cienciano dio el batacazo, igualando 3-3, con recordadas anotaciones de Giuliano Portilla (2) y de Germán Carty.
El partido de local para Cienciano, se fijó en el estadio de la UNSA, Universidad Nacional San Agustín, de Arequipa, el 19 de diciembre, en que lució repleto de hinchas cusqueños, que hicieron resonar el ¡Sí se puede! y Cienciano salió triunfante 1-0 con anotación de Carlos Lugo. El cuadro rojo había ganado la segunda versión de la Copa Sudamericana y pasaba a ser el único equipo peruano con tal pergamino.
La formación de Cienciano fue con Oscar Ibáñez (capitán); Miguel Llanos, Santiago Acasiete, Carlos Lugo y Giuliano Portilla; Alessandro Morán, Juan Carlos La Rosa, Juan Carlos Bazalar y Julio García; y Rodrigo Saraz y Germán Carty, quien fue el máximo anotador del torneo con 6 anotaciones. También participaron Paolo Maldonado, Carlos Lobatón y César Ccahuantico.
Y al año siguiente vence a Boca Junior y gana la Recopa en Miami
La Confederación Sudamericana de Fútbol había establecido la Recopa, título que debían definir los vencedores de sus dos torneos entre clubes. El ganador de la Copa Libertadores y el de la Sudamericana.
El vencedor de la Copa Libertadores había sido Boca Juniors, que como tal, había clasificado para el Mundial Interclubes de Tokio, que, dicho sea de paso, también lo había ganado.
Sus dirigentes plantearon enfrentarse a Cienciano en Miami, el 7 de setiembre de 2004, pues luego de obtener el mundial, efectuaron una larga gira por Europa. Boca ya había ganado dos veces la Recopa y parecía confiado en hacerla nuevamente suya.
El partido se jugó en el estadio Lockhart Stadium de Miami, donde igualaron 1-1 en los 90 minutos oficiales. Los de Boca parecían muy seguros, pues en el arco tenían a Abbondanzieri, quien había sido clave para obtener el mundial de clubes.
Pero el que se lució fue Oscar Ibáñez, quien atajó los disparos de Tevez y Vargas, mientras que por Cienciano marcaron Ibarra, Lobatón, Acasiete y Portilla, venciendo por 4-2. En menos de un año, Cienciano del Cusco había hecho suyas la Copa Sudamericana y la Recopa, venciendo a los clubes más linajudos del sub continente. Ahora habrá que rezar para que vuelva a Primera División… Hasta la próxima.