El delantero peruano André Carrillo tiene decidido no seguir su carrera en Sporting de Lisboa y muchos clubes lo pretenden, entre ellos, Sevilla de España, el que más terreno tiene ganado para contratar al exaliancista.
El Sevilla trabaja para reforzarse este invierno de acuerdo a sus necesidades de apuntalar el plantel con un jugador de banda, un central y un mediocampista, hoy las prioridades del nervionense.
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En el caso concreto del futbolista de banda, el elegido es André Carrillo. La entidad nervionense ha lanzado sus redes sobre el internacional peruano, al que pretenden numerosos clubes, si bien el de Nervión tiene terreno ganado. En cualquier caso, mientras no se cierre la operación…
Carrillo termina su contrato en junio del año venidero y se encuentra apartado por el Sporting de Lisboa, que insiste en que el jugador solo se marchará este invierno si deja una cantidad interesante en sus arcas.
Pues bien. Según ha podido saber el periódico el Decano deportivo, con la entidad lusa muy molesta después de que no aceptara la oferta de renovación, la operación podría cerrarse en unos 7 millones de euros.
El deseo del futbolista es marcharse ya y no tener que esperar al mes de junio para poner fin a su etapa lisboeta. Carrillo, además, quiere unos 2 millones netos de salario (el doble de lo que cobra hoy en día).
El Sevilla se mueve con sigilo intentando deshacer las trabas que frenan la salida del jugador: el conflicto sobre sus derechos entre el Sporting y el fondo inversor Leiston Holdings (propiedad del todopoderoso empresario israelí Pini Zahavi), así como las que pone Elio Casareto, agente del futbolista, sabedor de lo que podrían ingresar en junio obteniendo la carta de libertad y una suculenta prima de fichaje del club en el que finalmente recale el jugador.
Según el Sporting, los derechos son exclusivamente suyos, algo que no ve así Leiston Holdings, que reclama en torno a un 50% después de que este fondo abonase un millón para costear el fichaje. El Sporting considera saldadas sus deudas con Leiston Holdings. Además, Alianza de Lima, equipo de procedencia de Carrillo, es dueño de un 10%, lo que hace aún más compleja, si cabe, la operación.
Dado su enfrentamiento con el Sporting, que no le perdona una, sería poco inteligente reconocer contactos formales, lo que vulneraría la normativa de la FIFA sobre jugadores con contrato vigente. Mientras tanto, en Nervión le esperan.