Lo dice la historia. Uno de los primeros organismos en reconocer la importancia de la Copa América, primer evento internacional del fútbol en el mundo, nacida en 1916, fue el Comité Olímpico Internacional COI, que para los Juegos Olímpicos de 1924 en París y 1928 en Ámsterdam, calificó a los dos primeros ubicados en las Copas América de los años previos.
Así tenemos que en el Sudamericano de 1923, jugado en Uruguay, campeona el dueño de casa y segundo es Argentina, clasificando ambos a los Juegos Olímpicos de París 1924. En estos Juegos campeona Uruguay y, como la Federación Peruana de Fútbol se había fundado en 1922, en esta justa internacional también está el presidente del naciente Comité Olímpico Peruano, Alfredo Benavides Canseco, hombre de fútbol, pues de joven, en 1894, había sido fundador del primer club peruano, el Unión Cricket, quien se hace amigo de los dirigentes uruguayos, a quienes pide ayuda para integrar al Perú en la FIFA, pues había un Congreso de la entidad, paralelo a los Juegos. Lo recomiendan y desde entonces el fútbol peruano alcanza reconocimiento internacional.
Es más. Benavides Canseco logra que el seleccionado uruguayo venga a Lima, luego de los Juegos, a efectuar una corta temporada internacional. Vienen en octubre, juegan 6 partidos en el Circolo Sportivo Italiano, que acababa de inaugurar su estadio, con capacidad para 6 mil espectadores. El Estadio Nacional, que nos habían regalado la colonia inglesa en 1921, por el primer centenario de nuestra independencia, no tenía sino una plataforma para 500 espectadores.
Pero es bueno advertir que un combinado chalaco, logra vencer a los técnicos jugadores uruguayos 1-0, anotación del zaguero central Alfonso Maquilón, quien anotó un bien ejecutado penal. Ese triunfo fue tan festejado, que los hinchas salieron en sus vehículos del Circolo, cuyo estadio está en una calle a la espalda de la avenida Brasil, para seguir en ruidosa caravana hasta la plaza Bolognesi y seguir por el Paseo Colón, pasar por el diario La Prensa, en el jirón de La Unión, hasta llegar a la Plaza Mayor. El comentario aparece en el diario La Prensa.
En 1925 Benavides Canseco, junto al primer presidente de la Federación Peruana de Fútbol, Claudio Martínez Bodero, fundador y jugador del Atlético Chalaco en 1902, logran insertar al Perú en la Confederación Sudamericana de Fútbol, que, en reciprocidad, le entrega la organización del X Campeonato Sudamericano para 1927, clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Ámsterdam. Al año siguiente 1928.
Para esta Copa América, como luego se ha reconocido a los sudamericanos, porque se entrega una Copa así denominada, solo vienen Argentina, Uruguay y Bolivia, y Perú alcanza su primer triunfo internacional al derrotar a Bolivia 3-2. Pero cae ante Uruguay 4-0 y frente a Argentina 5-1. Campeona Argentina y segundo es Uruguay y ambos clasifican a los Juegos Olímpicos de Ámsterdam, donde nuevamente los uruguayos ganan la medalla de oro tras vencer a su paisanos del Rio de la Plata 2-1. Y como Europa se encontraba en conflictos bélicos, por la primera guerra Mundial, que afectó básicamente al Viejo Continente, los dirigentes FIFA ratificaron a Uruguay como país anfitrión del Primer Campeonato Mundial, a celebrarse en Montevideo en 1930.
Hay que recordar que Perú asistió invitado y que perdió los dos partidos. El primero ante Rumania por 3-1 y el segundo, histórico, pues se inauguró el estadio Centenario, y el seleccionado peruano cayó ante Uruguay por apretado 1-0.
En Sudamericano de 1935 clasificamos a Juegos Olímpicos de Berlín 1936
Para celebrar los 400 años de la fundación de Lima, ocurrida el 18 de enero de 1535, los dirigentes peruanos logran que la Confederación Sudamericana de Fútbol, le encargue la organización del Sudamericano de 1935, que también clasificaba a los dos primeros a los Juegos Olímpicos, en este caso Berlín 1936.
La Conmebol exige a Perú una nueva ampliación del Estado Nacional (en 1927 fue de 10 mil) y ahora debían ser 20 mil. El presidente Benavides aprueba este pedido y se agregan las tribunas populares norte y sur, con capacidad, cada una, para cinco mil espectadores.
Y aquí nuevamente solo acuden tres países visitantes, Uruguay, Argentina y Chile, al que vencimos por primera vez en la historia 1-0, anotación de Alberto Montellanos de Alianza Lima. Perdimos 1-0 con Uruguay y 4-1 con Argentina, que campeonó y segundo fue Uruguay.
Pero para los Juegos Olímpicos de Berlín, los jugadores argentinos y uruguayos, donde ya se había establecido el profesionalismo, hacen tales exigencias que no les permiten hacerse presentes en la Olimpiada. Y la Conmebol invita al 3º, Perú, para que represente a Sudamérica.
Como es muy conocido, el presidente del Comité Nacional de Deportes, don Eduardo Dibós Dammert, se pone al frente de tal desafío y no solo consigue, por erogación popular, que viaje el seleccionado de fútbol, sino también atletas, boxeadores, gimnastas, basquetbolistas y esgrimistas.
Pero en fútbol goleamos primero a Finlandia 7-3 con 5 goles de ‘Lolo’ Fernández y 2 de Alejandro Villanueva. Y luego vencimos a Austria 4-2, en tiempo suplementario, pues los 90 minutos oficiales terminaron 2-2, anotaciones de ‘Campolo’ Alcalde y Villanueva. En el alargue nuevamente se hizo presente Villanueva y ‘Lolo’, completando el 4-2.
Ya deben saber la gran influencia del dictador Adolfo Hitler, quien precisamente había nacido en Austria y no le gustó nadita que esos cholos y negros le ganasen a su tierra natal, obligando a FIFA no reconocer el resultado y programar un nuevo partido en las siguientes 24 horas, en el mismo estadio y con el mismo árbitro. ¡FIFA no dejó al delegado peruano, Claudio Martínez, acceder a sus oficinas, para efectuar el descargo correspondiente!
Y consultado el gobierno peruano, decidió el retorno de toda la delegación, que se embarcó al día siguiente, siendo objeto de gran recibimiento en su llegada por barco en el puerto del Callao. A su vez, Argentina y Uruguay se plegaron a la posición peruana, en queja formal contra FIFA… Linda historia, para recordar. Hasta la próxima.