No está en cartelera y ya tiene sus años, pero es una película ideal para ver cualquier 14 de febrero. Un lugar llamado Notting Hill es uno de esos filmes románticos que no manejan un guión completamente previsible, ni te presenta los típicos personajes acartonados, es más tiene diálogos realmente inteligentes.
Claro, sobra decir que es mi cinta favorita en estas fechas y que siento que tendría un gran efecto en cualquier pareja para un día tan especial como San Valentín. Se trata de una película bien actuada por dos intérpretes duchos en este tipo de filmografía, la romántica, Julia Roberts y Hugh Grant.
Julia Roberts ha protagonizado producciones tan memorables como Mujer Bonita (reactualizando el cuento de Cenicienta) que muchos pueden considerar más atinada para este día que Un lugar llamado Notting Hill, pero la verdad la historia de la prostituta de buen corazón y el millonario de sentimientos reservados no deja de ser simpática, pero suena irreal.
A Hugh Grant lo hemos visto en la saga de Bridget Jones, pero ahí hace de una suerte de villano que se entromete en la accidentada relación entre los protagonistas Renée Zellweger y Colin Firth. Igual ambas películas son muy recomendables para San Valentín, pero yo me quedo con Notting Hill.
Ahora sustentaré brevemente que tiene Un lugar llamado Notting Hill que otros filmes del género suelen dejar de lado. La intervención de los amigos es muy importante. Y es común que en las relaciones humanas (aquellas que no se circunscriben al cine) las amistades tengan mucho que ver, desde aconsejarte, hacerte “pisar tierra”, hasta darte ánimos en los momentos difíciles.
Tiene de comedia, y no necesariamente de las bromas chocantes y malcriadas que muchas veces enturbian los productos actuales de Hollywood. Se nota que Notting Hill no sólo tiene de escenario a Londres, sino también bastante de ese fino humor inglés que acompaña a la perfección el romanticismo.
Las actuaciones son de primera, desde los protagonistas que cumplen perfectos en sus roles. Julia interpretándose un poco a sí misma y Grant en su arquetípico rol de despistado. Son singulares también las amistades, resaltando el incorregible Rhys Ifans que a pesar de su chocante personaje llega a caer bien.
Para cerrar, la música de Un lugar llamado Notting Hill merece oírse, es preciosa, motivadora, y un telón de fondo ideal para dar paso al romanticismo que se impone un 14 de febrero. ¡Feliz Día de San Valentín!