El último jueves 24, antes que la selección peruana jugara su peor partido eliminatorio Rusia 2018, empatando apenas con el colero Venezuela 2-2, ese mismo día llegó la triste noticia de la muerte de uno de los futbolistas más brillantes del planeta, Johan Cruyff, identificado con el “fútbol total” de Holanda en el mundial de Alemania en 1974 y donde se le consideró el “mejor jugador del torneo”.
Cruyff nos dejó a los 68 años (había nacido en 25 de abril de 1947) víctima de un cáncer traidor que lo llevó temprano al lado del Señor. Pero se fue como todo un triunfador, reconocido por su talento con la pelota solo al alcance de Pelé y Maradona.
Lo vi en el mundial Alemania 1974, cuando condujo al seleccionado de Holanda, y llegó a disputar la final con el dueño de casa. El técnico Rinus Michels puso de vuelta el mundo del fútbol, con una selección que practicaba el “fútbol total”, capitaneada y dirigida por Cruff, y donde no había puestos fijos, todos rotaban en forma contundente y por eso se les llamó “La Naranja Mecánica”.
Qué manera de jugar al fútbol. Todos subían, todos bajaban, en una sinfonía futbolística donde cada integrante tenía firme y cabal idea de lo que hacía. Un deleite para los ojos y un ritmo demoledor para los contrarios.
En la primera fase Holanda jugó en el Grupo 3, donde batió a Uruguay 2-0, a Bulgaria 4-1 y el único que se salvó fue Suecia que, con un fútbol super defensivo, prefirió el 0-0, pues ese resultado le valía para acompañar a la “Naranja Mecánica” a la segunda fase. El virtuoso juego holandés tenía a Cruyff como el eje central de otros grandes valores como su cuñado Neeskens, Van Hanegem, Rensenbrink, Rep y Krol.
En la segunda fase le metieron 4-0 a Argentina, dejando arrodillado y sufrido en una jugada al defensa Perfumo, tan brillante en otros compromisos. Y luego vino una final adelantada con Brasil, dueño del título, obtenido en México 70, al que Holanda venció por claro 2-0, aunque los sudamericanos tratasen de frenar a las patadas a los habilidosos holandeses.
En ese año Cruyff ya jugaba en Barcelona, junto son Hugo Sotil, y estaban a las puertas de ganar el título, luego de 20 años de sequía.
Pero vuelvo a ese mundial Alemania 1974, pues en la final se enfrentaron el dueño de casa, con otro grande a la cabeza, Franz Beckenbauer, y Holanda con Cruyff en la conducción. Recuerdo que en la primera jugada del encuentro la “Naranja Mecánica” dio un concierto de 16 toques, sin que un alemán tuviese contacto con el balón. Cruyff estaba a punto de convertir, cuando un defensa rival lo derribó. Penal, que el árbitro sancionó sin dudar. Y lo convirtió Neeskens.
Parecía que el título sería para Holanda, que cometió el error de tratar mantener esa ventaja, permitiendo que Alemania se rearmara y con la conducción del “Kaiser” Beckenbauer llegara con peligro al arco holandés. A los 25’, nada más, hubo otro penal, esta vez a favor de los dueños de casa, que Breitner transformó en el 1-1. Ya entonces, Cruyff tenía la marca pegajosa de Vogts, dificultando el accionar preciosista de Holanda. Neeskens y el mismo Cruyff perdieron sendas ocasiones y finalmente Gerd Müller marcó el 2-1, antes de terminar el primer tiempo, resultado que se mantendría hasta el final.
La “Naranja Mecánica” quedó subcampeona, pero en la mente y el corazón de quienes vivimos el mundial, la figura y talento de Johan Cruyff, quedó imborrable, como el mejor jugador del universo.
Fue la única vez que Cruyff jugó un mundial, pues para Argentina 1978 su convicción cívica fue más fuerte y prefirió abstenerse, pues no estaba de acuerdo en jugar en un país gobernado por una dictadura militar. Tal vez si lo hubiese jugado, el título hubiese sido para Holanda y no para el dueño de casa, que en otra final ganó por luchado 3-1.
Sus inicios, la fama y su retiro como entrenador que termina en Barcelona…
Johan Cruyff militó diez temporadas en el primer equipo de Ajax de Ámsterdam. Luego fichó en 1973 por el FC Barcelona, donde se encontró con Hugo “Cholo” Sotil y formaron un dúo armónico y letal, que le metió 5-1 a Real Madrid en su cancha y ganó la corona española, luego de 20 años de no poder alcanzarlo.
Mientras el peruano se retiró en 1975, Cruyff se quedó en Barcelona hasta 1978, logrando dos Balones de Oro (1973 y 1974) y uno anterior con el Ajax, que sumaron tres, que en su momento fue record, compartido Michel Platini, Marco Van Basten y Cristiano Ronaldo.
Jugó en la Liga Estadounidense de Fútbol hasta 1981, en que volvió a la Liga Holandesa, militando dos temporadas en el Ajax y jugó el último año por el Feyenoord de Rotterdam. Obtuvo ocho Ligas de Holanda, tres Copas de Europa y una Copa Intercontinental con Ajax, una Liga de Holanda con Feyenoord y una Liga de España con Barcelona.
En 1984, tras retirarse como jugador, Cruyff se convirtió en entrenador de Ajax y más tarde en entrenador y presidente de honor de Barcelona. En esas circunstancias vino al Perú para entregarle la dirección de las divisiones menores del Barza a Hugo Sotil, pero nuestro compatriota no aceptó. Como DT alcanzó cuatro Ligas de España y una Liga de Campeones. Además, fue colaborador de la federación catalana, en proyectos deportivos y sociales. Un verdadero fuera de serie en el fútbol mundial. Dios lo tenga en su Gloria… Hasta la próxima.