Un nuevo encendido de motor

 

La Copa América Centenario USA 2016 será el escenario propicio para que Ricardo Gareca encienda los motores de la renovación con el impulso de quienes no tuvieron minutos de mostrarse antes por la presencia de las llamadas “vacas sagradas”.

Se trata de lavarle el rostro a la selección con jóvenes futbolistas que han calentado la banca ante la necedad de los técnicos de turno de jugar con nombres. Sin duda, desde Maturana, Autuori o Markarián apremiados por buscar resultados con los consagrados pero con relativo éxito.

La Copa América y el tercer puesto logrado en Argentina 2011 y Chile 2015 son tibios resultados porque lo que se busca es la presencia peruana en un mundial después de 34 años. La última vez fue España 82 y acaso en esa selección con Cubillas, Cueto, Uribe y Velásquez, se cerró el caño para no volver a tener tan formidables futbolistas.

La realidad se ha encargado de quitarles la venda de los ojos a los técnicos que apostaron sus preferencias por los “europeos” que encajaban en el gusto compartido de la hinchada. Sin embargo, la receta de insistir con los “cuatro fantásticos”, por ejemplo, se ha desgastado con el tiempo.

Con la nueva sangre espera Ricardo Gareca que el curso de los resultados cambien de orientación apuntando a dos horizontes, la campaña faltante en las Eliminatorias Rusia 2018 y la preparación del equipo para Qatar 2022.

Sin Carlos Lobatón, Claudio Pizarro, Jefferson Farfán, Carlos Ascues y Juan Manuel Vargas necesariamente deberá emerger un nuevo caudillo, un capitán con liderazgo Ya no se puede insistir en Claudio Pizarro como dueño eterno del brazalete de capitán.

No es coincidencia que en la nueva oncena solamente Pedro Gallese y Christian Cueva se mantengan con relación a los equipos que presentó Gareca durante el desarrollo en la Copa América Chile 2015.

Ricardo Gareca corre un riesgo, casi obligado, empujado por la masa de hinchas y una prensa dispersa que han cerrado filas para que se decida en dar un giro al timón en medio de un mar crispado.

Si resulta el experimento, será su acierto. Caso contrario, nadie podrá reprocharle nada porque es nuestra realidad el escaso número de jugadores de alto nivel competitivo.

La Copa América Centenario hará que el romance de la selección y los aficionados se renueve en cuanto el remozado once se meta en el corazón del pueblo futbolero. Para que ocurra se deberá nadar en brazos de los triunfos.

De hecho que en Estados Unidos no tendremos un grupo accesible con la presencia de Haití, Ecuador y Ecuador. El único rival accesible es el equipo centroamericano pero Ecuador ya es palabra mayor por su buena campaña premundialista. Brasil es de otro lote, aun cuando irá a la justa gringa con ausencias como la de Neymar.

Ricardo Gareca tendrá que considerar que en una nueva convocatoria no podrán faltar algunos nombres como el de Diego Mayora y Joel Sánchez. Otros como el zaguero Alexander Callens deberían estar en un próximo llamado.

 

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