La ley 27050 obliga a las unidades de transporte de servicio público a tener los primeros asientos reservados para uso de ancianos, mujeres embarazadas, y personas con discapacidad. Los ómnibus al igual que los microbuses deben tener al menos dos asientos que estén claramente identificados como RESERVADOS.
Hemos observado que en algunos casos, tal como ocurre en los buses azules del corredor Faucett-Javier Prado, los asientos reservados tienen un desnivel inapropiado. Y en otros casos, los asientos reservados son muy incómodos para personas que en algunos casos requieren un espacio mayor para sentarse.
Por cierto, pasa en ocasiones que se necesitan más asientos pues suben al vehículo más personas quienes no pueden ir de pie. “Los ancianos y las mujeres embarazadas dan sueño” rezaba en tono divertido un meme que se difundía en las redes sociales, con la intención, muy seria por cierto de que las personas hicieran conciencia que deben cederles el asiento si es que los asientos reservados están ocupados. Es muy frecuente que quienes están sentados apenas ven subir una persona que requiere sentarse se hagan los desentendidos mirando hacia la vía pública o fingiendo estar dormidos.
Las normas de buena conducta que se nos enseñaban antes en los colegios nos repetían que los escolares debíamos ceder el asiento. Y lo hacíamos de buena gana, pues lo considerábamos un deber que no podíamos ni debíamos dejar de cumplir. No recibíamos nota alguna, pero la recompensa era el sentimiento del deber cumplido.
Desaparecido el curso de Educación Cívica es muy frecuente observar la resistencia de la persona a ceder el asiento a quien realmente lo necesita, pues sus condiciones físicas no le permiten permanecer de pie por tiempo prolongado.
Tal como escuché decir hace años a una anciana, la vida sigue adelante y el adolescente de hoy, quien reclama airadamente “yo pago mi boleto” será mañana un adulto mayor que necesitará sentarse. Ojalá que en ese futuro aún lejano encuentre personas que cumplan con su deber y le cedan el asiento que merece.