Blatter ganó elecciones y seguirá 4 años más en FIFA. ¿Y la corrupción?

 

No pudo ganar en primera vuelta, pero el suizo Joseph Blatter, se impuso en las elecciones presidenciales FIFA, por abandono de su rival, el príncipe jordano Ali Bin al Hussein. En la primera vuelta, Blatter había obtenido  133 votos, y Ali se quedó con 73. Hubo 3 votos nulos.

El príncipe de Jordania prefirió retirarse, pues en la segunda vuelta el ganador necesitaba solo 105 votos y Blatter los tenía asegurados. En total los votantes son las 209 asociaciones afiliadas a FIFA: África 54 votos, Europa 53, Asia 46, Concacaf (Norte y Centro América) 35, Oceanía 11 y Sudamérica 10.

Ni las presiones de los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña (Inglaterra, Escocia, Irlanda y País de Gales) pudieron inclinar la balanza contra Blatter, quien además era acusado de corrupción por la UEFA (Unión Europea de Fútbol  Asociado), cuyo presidente el exfutbolista  francés Michel Platini, llegó a decir que los países europeos no votarían por Blatter. Los intereses que maneja FIFA deben ser  muy poderosos para dejar mal parado a un crack de la dimensión de Platini.

Y el gobierno estadunidense también hizo público un lavado de dinero fraudulento en bancos de su país, por parte de la cúpula que maneja Blatter, y fueron señalados hasta con nombres y cuentas que superan los 140 millones de euros. ¡Hasta el peruano Manuel Burga parece comprometido! Lo más seguro es que Blatter tratará de salvar su imagen y las de quienes lo acompañan en esta corrupción, que parecía terminar con su mandato.

Lo cierto es que la cancha sigue manchada y que Blatter deberá tener mucho cuidado en el manejo económico de FIFA, pues ahora estará bajo el ojo de la tormenta.

Siempre hubo corrupción, pero era por ganar títulos, como en Italia 1934 e Inglaterra 1966,

Hay dos claros ejemplos de corrupción FIFA en la historia de los Mundiales de Fútbol. El primero ocurrió en 1934, durante la segunda Copa del Mundo, que se jugó en Italia, y donde los dirigentes FIFA bajaron la cabeza y dejaron que el dictador Benito Mussolini comprara árbitros y buscase ventajas para obtener el título, cosa que logró y festejó impunemente.

Y lo mismo ocurrió en Inglaterra 1966, cuando Stanley Rouss, presidía la comisión arbitral de FIFA, pues había sido árbitro, logró que sus ex colegas ayudasen a que los inventores del fútbol se quedasen con la corona. ¡Lo nombraron Sir!

Y luego el mismo Rouss ganó las elecciones FIFA y fue en su periodo que se realizo el Mundial de México 70, rompiendo la vieja tradición de un acuerdo, de un mundial en Europa y otro en Sudamérica.

Llega Havelange y declara que es presidente FIFA, para manejar un negocio llamado fútbol…

Ocurrió en el Mundial Argentina 78, cuando los periodistas de la revista “El Gráfico” se sorprendieron al ver los estadios de su mundial, repletos de publicidad. Entrevistaron a Havelange, quien había ganado las elecciones a Stanley Rouss, en un Congreso en Frankfurt, previo al Mundial de Alemania 1974. Y la respuesta de Havelange fue muy sospechosa. “Yo he sido electo presidente FIFA para manejar un negocio llamado fútbol”.

Y desde entonces los mundiales fueron manejados por FIFA en busca de mayores ganancias económicas, especialmente por los auspiciadores, como Coca Cola, Adidas y otros mucho más.

Hasta le quitó Havelange a Colombia el mundial de 1986, haciendo llegar al gobierno colombiano, ya en problemas con las Farcs, un “Cuaderno de Intenciones”, mediante el cual dicho gobierno se comprometía a pagar a FIFA 3 mil millones de dólares, si no cumplía con tener los estadios y las vías de acceso y comunicaciones que se requerían para un certamen de la importancia de un mundial.

El gobierno colombiano prefirió evitarse problemas y no escuchó los argumentos del presidente de su federación, don Alfonso Seniors, que tanto había luchado por la organización de ese mundial.

El amarre con Televisa y Univisión y el mundial, con ganancias, es para México…

Havelange conocía mucho de negocios, pues era el socio mayoritario de la cadena O Globo que en Brasil maneja medios escritos, radio y televisión y también era el mayor accionista de la Red Rodoviaria, que en Brasil reúne a los propietarios de empresas con buses, que recorren todo el país sin dificultades, pues las carreteras son amplias y asfaltadas y no tienen el problema de los Andes que afecta el tránsito vehicular en los otros países sudamericanos.

Seguramente ya lo había conversado con el magnate mexicano Emilio Azcárraga, dueño de Televisa y de Univisión, que cubren todo México y los Estados Unidos, y que era (ya falleció) dueño, además, de los estadios Azteca y de Jalisco. Y sin mayor oposición en FIFA le dio ese mundial de 1986 a México, creando la empresa publicitaria Trafic para los mundiales, teniendo como principales accionistas a su yerno Ricardo Texeira, a quien hizo nombrar  presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, y al hijo del magnate mexicano del mismo nombre del padre fallecido. Para manejar la publicidad de los eventos sudamericanos, creo otra empresa para ser manejada por su yerno Texeira, denominada Torneos y Competencias.

¿Por qué Havelange fue tan generoso con su yerno? Porque de su matrimonio solo tuvo una  hija, casada con Texeira, con quien tuvo un hijo y Havelange quería que lleve su nombre y apellido y no Texeira. El yerno, ante tanta generosidad aceptó y renunció a darle su apellido a su propio hijo.
¡Qué tales amarres!

En 1994 lleva el mundial a EEUU y solo las cámaras de FIFA son las que trasmiten…

El gran negociado, que ahora le asignan a Joseph Blatter, lo inicia Havelange, quien del negocio de televisión conocía mucho por O Globo, el monstruo brasileño. Para el mundial de Estados Unidos en 1994, había creado un emporio televisivo manejado por FIFA, con camarógrafos, directores de cámaras y hasta locutores, comentaristas y entrevistadores, no permitiendo el ingreso de cámaras de empresas privadas, como si se había visto en los mundiales anteriores. Ahora tenías que contratar los derechos FIFA, que cuestan una millonada de dólares, y que sigue siendo el manejo actual. ¿Alucinan a los 209 países afiliados a FIFA pagando millones de dólares por trasmitir un mundial?

Se retira, pero Havelange sigue mandando desde las sombras brasileñas…

En ese mundial de Estados Unidos, Havelange se retira, pero deja en el cargo a su fiel servidor, el secretario Joseph Blatter, quien cumple con entregar a Asia un mundial, el de Corea del Sur-Japón en 2002 y en África, el de Sudáfrica 2010, siempre con FIFA vendiendo las trasmisiones televisivas al mejor postor y cobrando otros miles de millones por los sponsors o avisadores.

Recuerden que en años anteriores, se descubrió que Qatar había comprado votos para lograr la organización del mundial de 2022 y la FIFA debió expulsar a Havelange y al paraguayo Nicolás Leoz, retirándolo de la presidencia de la Confederación Sudamericana de Fútbol. Es la triste historia de la desmedida ambición de un hombre exagerado como Havelange y cuya política ha seguido Blatter, quien antes de su reelección (la quinta) dijo con marcado optimismo: “La organización no necesita una revolución, sino una evolución. Y desde mañana mismo trabajaré para rehabilitar mi imagen”.

Por supuesto que en el Perú interesa comprobar si Manuel Burga también estuvo metido en esta repartija, que los bancos norteamericanos acaban de hacer pública… Hasta la próxima.

 

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