Recuerde sus «otras vidas» (I)

 

¿Napoléon o Cleopatra?

Hoy es La Eternidad. El pasado no existe, porque nadie puede modificarlo. El futuro, es sólo un sueño. Y si usted, es de los que creen que la vida, es una sola, déjeme desengañarlo ahorita mismo, a riesgo de que por este desacomode, resulte usted, diciéndome la vida en glorioso tecnicolor, para desternille de la platea, porque aquí, quien no es “Giselo” es “Urraco” de cualquier modo, o estilo en que se le acomoden las hormonas, mi estimado.

Veamos un ejemplo. Agarre con fuerza su álbum foto-familiar y péguele una ojeadita –de Costa Rica momás- a fin de evitar roches del recuerdo, parientes coca-colas, primas alegronas u otras paltas inconfesables, que puedan remover desagradablemente su sacrosanta azotea del recuerdo, tipo segunda edición, corregida y fantaseada.

Y ahora, dígame- sin chacoveos ni pipilingüetas- ¿tiene Ud. algo que ver con el beboncito calatayud que sus amados viejos hicieron retratar en sus lejanos tiempos de pichi y pañalón perfumado. ¿No? No, pues…Y sin embargo, nadie podrá negar que ese ES, usted mismito, mostrando orgulloso su petit pirulín, si acaso es machito, o lo que Ud. ya sabe, si- loado sea Alá- nació para favorita del harén.

O sea, hasta aquí, no hemos explorado todavía, la posibilidad de que Ud. haya sido en otra fecha del programa, digamos, por ejemplo, Napoléon, Cleopatra, u otro notable personaje parecido. Porque aquí entre nos, todos nos la creemos. ¿Verdad?

Corriendo el tiempo

Démosle otra vueltita a la matraca. ¿Quién diría Ud. que es ese pejerrey parado ahí, en a foto, con carita de santurrón y cinta al brazo-si es varón- o blanco y radiante traje de premonición nupcial, si por fortuna, es del otro equipo ( el firme, no el intermedio, digo)?

No lo piense mucho. Es Ud. mismito (a). Y así, podríamos seguir con fotos de promoción, tardes de fulbito, -o full vaso- reuniones familiares y otros “happenings” de sus muchas lifes, vividas en una sola. Y eso, sin haberse muerto, que se diga. Oiga usted.

¿Y cómo la va viviendo?

Quiere decir, que una vez cumplidos los rimeros cincuenta, y salvo que Ud. habite en un convento, o que emulando a Madame Recamier, sólo utilice el lecho para comer y dormir, a estas aturas del partido, Ud. debe haber vivido por lo menos unas doce distintas y a veces, inconexas alternativas vivenciales, o lo que es lo mismo, una docena de diferentes telenovelas con Ud. de protagonista –héroe, payaso, villano.

Emperatiz, o maquimeca, cortador del jamón o patrona de la cuchufleta.- Y esto, sin cortes comerciales, hasta ubicarte, compadrito(a), en lo que estás viviendo, ahorita mismo, antes de encender la tele, o seguir haciendo lo que tú sabes.

La «reencarna» en serio

Ahora bien, según creen millones de personas, sobre todo en la India y gran parte del gigantesco continente asiático, el bicho humano, nace, vive, muere y renace, miles de veces hasta perfeccionarse y retornar a la grandeza de Dios –como lo entienda cada quién- “cual una gota de lluvia que se reintegra al Océano del que procede”.

– Curiosamente, esta creencia, tiene sus matices. Algunas corrientes reencarnacionistas, sostienen que nacemos alternativamente, hombre, mujer- sección intermedia-, o cualquier ser vivo que se nos parezca, de acuerdo a nuestro comportamiento en la vida precedente, sumando detalles de evolución espiritual y otras gracias que supone la energía vital que es inteligencia pura , se sintetiza en “OM” y se expresa en “Brahmán”, guárdame esa flor, muchachito loco.

¿No hay marcha atrás?

Otras capillas más chéveres, sostienen que la evolución espiritual, no conoce retrocesos y que en cada retorno, somos ligeramente mejores, corregidos y aumentados, a pesar de lo desarreglosos que hayamos sido en la pachanga, el cuento y lo que ustedes ya aguaitan y no cito, para evitar al populorum los malos supositorios. ¡Hasta mañana!…

 

Leave a Reply

You must be logged in to post a comment.

275291
V: 609 | 13