Un amor más que imposible (I)

 

ÉRASE UNA VEZ…

El único vicio que pactico desde -más o menos-los cinco años-es el apego a la lectura. Debo haberme leído varias bibliotecas, añadiendo boletines, cartas desgraciadas y programas de circo, entre otros dengues.

En el curso de esta voracidad bibliográfica, llegó a mi vida cierta novela titulada “Los Seres Queridos”, cuya autora – Evelyn Vaugh- se hizo fugazmente famosa, por relatar el tratamiento que se daba en “Gringolandia” a los difuntos, así como algunos detalles paradójicos que solían conducir al suicidio a ciertas gentes.

Entre otras cosas, el novelón contaba la historia de “La Tía Eddy”-personificada por un periodista borrachín, a quien-para usarlo en algo-le habían encomendado redactar una columna de consejos sentimentales, la misma que debía firmar falsamente femenino como “La Tía Eddy”.

El citado espacio alcanzó un tremendo exitazo, e incluso, tuvo una versión cinematográfica que justamente figuró en el famoso documental “Perro Mundo”.

“IMITAR” ES “ADMIRAR”

Por esos días de esplendor del tema, yo había sido nombrado Jefe de Inactuales en “Última Hora” y tenía el compromiso de innovar los contenidos de la sección puesta a mi cargo, por la Dirección de mi inolvidable diario.

Y entonces, apelando a un viejo proverbio, según el cual:” La imitación, es la forma más sincera del elogio”, se me ocurrió tirarle copiandanga a la famosa –y falsa- consejera. Así nació la columna: “Entre Tú y Yo”, firmada por “Rosa Le Blanc”, que modestamente, resulté siendo yo, luego de comprobar que ninguna de mis cuatro redactoras, daba la talla para el negocio.

El asunto fue tan exitoso, que, en el curso de ciertas noches, debíamos lanzar al Rímac, kilos y más kilos de misivas, que nos era imposible ya no, responder, o publicar, sino tan siquiera leer, aunque algunas, conseguíamos anexar a una sub sección que titulé: “Cartas Marcadas”, exclusiva para las respuestas breves.

Hoy, todo tabloide que se respete- incluyendo aquellos a los que dí una bien remunerada manito- tiene su columna de consejos sentimentales, aunque ninguna ha conseguido emular el cartel y tronío que consiguió “Rosa le Blanc”. Les falta “Cayetano”, pues…y yo, no tengo la culpa.

Y DE PRONTO…OTRO CUENTO

Lo simpático del cuento, es, que de pronto y como jugando, le salió un enamorado a la columnista fantasma. Un chino viudo y millonario, propietario de varios chifas, por más señas, empezó a enviarle poemas, acertijos románticos y concretas propuestas de matrimonio, a ese “alguien” que sólo existía, como mi otro yo, en mi cumbiambera imaginación.

Naturalmente:” UH”, escuela del sensacionalismo inteligente, explotó el asunto en primera página, dándome vuelo para que siguiera la corriente a este oriental galán, que no cesaba en su asedio epistolar, el mismo que yo respondía disfrazándome mentalmente de una cuarentona enamoradiza, que no le respondía al pata, “ni que si” , ni “quizás” ni “que “no”…pero que “a lo mejor”…”en fin”…”Quien sabe” y mariconadas así… Todo, en aras de nuestro tremendo tiraje de aquellos tiempos, pues, que se podía hacer.

(MAÑANA: UN TENORIO AL ATAQUE).

 

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