De la confrontación al equilibrio

 

El escenario estuvo planteado desde un principio como de desigualdad entre poderes. El Ejecutivo fue ganado por muy poca diferencia y dejó en el camino mucha sangre en el ojo de la perdedora. Les robaron la victoria cantada y quieren dirigir el país desde el Congreso que ganaron para jaquear al Ejecutivo que perdieron.

Nada queda por adivinar. A PPK solo les queda hacer política inteligente, sin extremos ni truculencias, sin violentismos ni excesos, apelar a las coincidencias sin alentar las diferencias. La cuestión de confianza hubiera sido planteada para defender un funcionario que debió renunciar y dejar en libertad al presidente para refrescar su gabinete antes de llegar a la batalla, inermes y desconectados de la realidad, para defender a un ministro que ya estaba fuera antes del día D.

Apostar al diálogo entre PPK y KF es una buena decisión. Mejor hubiera sido evitar la baja pero ya está hecho. El hubiera pertenece a los profetas del presente. PPK tiene que ubicarse en el escenario y sobre todo ser realista y alejarse de la provocación y de la guerrilla inconsistente. Silenciar a quienes le aconsejaron la confrontación al extremo del descalabro que acaba de sufrir. Tiene tres días para elegir nuevo ministro de educación y los ultras ya le están diciendo que coloque a Daniel Mora que sería más de lo mismo en una cartera que se torna crucial. Nadie está contra la reforma educativa y existen expertos en el tema como Idel Vexler y algunos otros. Además debería aprovechar para cambiar varios ministros que no han dado fuego en las grandes ligas. Que cierre su primer semestre con nuevos rostros que nos permitan recuperar la esperanza. ¿O será cierto que Dios ciega a quienes quieren perder?

 

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