A días del debut de Perú en la Copa América se jugó el partido amistoso que teníamos de preparación previo a la justa continental. Un empate con el equipo B de México nos deja algunas conclusiones. Pero no se puede hablar de un saldo positivo a menos que pequemos en extremo de mediocres.
Perú, como pocas veces en los últimos años, tuvo a todos los mejores. Paolo Guerrero, Jefferson Farfán, Claudio Pizarro en la suplencia, Juan Vargas fuera por decisión técnica, Jordy Reyna, el requerido Joel Sánchez y, hasta un Carlos Lobatón que cumplió con una buena presentación siendo el que manejaba los hilos de una selección nacional ofensiva en la primera mitad. Es que los primeros cuarenta y cinco minutos permitían ilusionarse, sucesivas jugadas de gol, la “Foquita” y el “Depredador” encendidos en el ataque, esporádicos despliegues de habilidad de Christian Cueva y Sánchez, caramba, incluso Advíncula estaba imparable.
México era una sombra, pero la sombra de un seleccionado acostumbrado a estar en todas las citas mundialistas, de un equipo que mereció mejor suerte contra Brasil en el Mundial de la tierra de la samba, claro pues no era ni la mitad del real potencial azteca, pero se percibía un olorcito a un cuadro que no venía a regalar nada en Lima. Y ahí está el peligro perenne de Perú, empezamos a “agrandarnos”, nos tragamos el cuento que atacando y atacando vamos a ganar. Tenemos comentaristas que resaltan esta actitud temeraria, y no ven la inocencia de un combinado patrio que se comporta como novato a pesar que varios futbolistas ya no son muchachos ni por casualidad.
El gol de Farfán fue fruto del desorden y del error del arquero mexicano que se vio superado por el disparo de Paolo Guerrero que impacta en el palo, el mérito de Jefferson fue estar ahí, la pescó del yerro de una defensa dubitativa que se dejó ganar el vivo. A pesar de todo ello, vi una suerte de “justicia poética”, pues siempre nos meten goles de ese estilo. A partir de ahí México puso el acelerador y cayó el justo empate. El fútbol de hoy, el que se va a jugar en la Copa América, y, más importante aún, el que se jugará en las eliminatorias para Rusia 2018 es un fútbol inteligente. La posesión, las constantes jugadas de gol, el proverbial “jugamos como nunca”, NO SIRVE DE NADA, si perdemos el balón antes de ejecutar el tiro al arco, si no sabemos anotar, si “perdemos como siempre”. Lo demás es puro verso.
Performances individuales, tan cerca a la Copa América no sirve de mucho hablar de individualidades, sino de funcionamientos colectivos. La defensa no estuvo mala, Carlos Zambrano y Carlos Ascues pueden cohesionarse, pero ojo: no fueron realmente exigidos. Me gustó más la sociedad entre Jair Céspedes y Jefferson Farfán, aunque el desempeño de Cueva debe mejorar. Por momentos recurría a pelotazos largos e imprecisos, si tenemos delanteros hábiles hay que ponerles balones. Lo de Luis Advíncula, Joel Sánchez y Paolo no se lució a plenitud pues recién vi con la “mecha prendida” al volante de San Martín en la segunda mitad y ya no estaba el lateral que juega en el Vitória Setúbal. Josepmir Ballón fue afanoso, y permitió que Lobatón pasara de la defensa al ataque con criterio.
En suma, Perú tuvo momentos colectivos que deben potenciarse, ¿alcanzan? Lo dudo. En la Copa América anterior Argentina vivía un descalabro que hoy ha dejado atrás, el Brasil de Dunga tiene que lavarse la cara y cambiar de una vez el chip del Mundial. Colombia es otro de los favoritos por sus estrellas abanderadas en James Rodríguez (que es más que cualquiera de nuestros seleccionados, la verdad duele, pero es mejor que la mentira), Chile es gran favorito por lo mostrado en Brasil 2014 y por la localía. El único que me parece viene mal es Uruguay, creo que Tabárez ya debe dar el paso al costado. Perú ya lo sabe, Venezuela y México B están a la par nuestro.
Ricardo Gareca hoy tiene lo que Perú puede ofrecer, basta ver que es lo que verdaderamente él nos puede dar. Es momento de la táctica, de la estrategia, del manejo de grupo, de elaborar un equipo que trascienda. Ya llegó el momento de la verdad del “Tigre”.