Pastillas para el hígado

 

El hielo
Alejandro regresa enfermo de Cabana luego de sendas borracheras. Ingresa a emergencia de una clínica local. El médico lo examina y le dice:
– Entre otras muchas enfermedades, usted sufre de hidropesía.
– ¿Qué es eso?
– Demasiada agua en el cuerpo.
– Caracho, ¡debe ser el hielo!

Sinvergüenza
Eran los tiempos de Chirinos, un legislador que pasó a la historia porque le encantaba el ron, el whisky, el pisco, el vodka, etc, etc. Como siempre llegó avanzada la madrugada a su casa y su mujer le dice de todo:
– ¡No te das cuenta bellaco! Dos días fuera de casa y ahora llegas como siempre… zampado. ¡Encima armas un escándalo y los vecinos se enteran de todo!
– ¡Pero si los vecinos ni siquiera me han visto entrar!
– ¡Claro, pedazo de sinvergüenza… no te das cuenta que se enteran de todo lo que digo!

Paciente
Se apellidaba León de Vivero y era un diputado a quien le gustaba el pisco hasta el cansancio. Cae enfermo y busca un médico. Lo examina y consternado le dice:
– No entiendo la causa de su enfermedad, pero debe ser por la bebida excesiva.
León que era iqueño lo mira y responde:
– No hay problemas doctor ¡Regreso a otra hora… cuando usted esté sobrio!

 

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