No habrá margen de error, un desliz en el corto trayecto que falta y el desplome será inevitable para la selección peruana con un tránsito por la ruta equivocada pero tratando de corregir el rumbo en cuatro partidos restantes donde un pestañeo será el triste final del sueño mundialista.
El seleccionado peruano camina sobre brasas candentes en cada partido, en cada salida por ser un equipo chico condenado a sufrir hasta el último tramo a falta de una mayor envergadura y solidez futbolística.
La sentencia del TAS a favor llegó en forma oportuna pero ese pequeño envión que cayó del cielo no determina nada porque la bicolor seguirá remando en un mar crispado.
Son cuatro finales las que hay que ganar, en casa, afuera, con calor o lluvia, pero finalmente apuntando a una sola dirección con Ricardo Gareca en las riendas de un equipo peruano sobreviviendo en una eliminatoria voraz, de adversarios sublimes, agrandados otros y de mediana estatura algunos, de todo en este variado paisaje donde el apetito clasificatorio deberá colmarse al final de tantas desigualdades.
Son 12 puntos que hay que abordarlos y capturarlos, sin que a nadie resulte extraño que es complicado y difícil de lograrlo en un torneo donde de batallas de extraños despelotes con Brasil como adversario ruin y abusivo.
Resulta injusto que Brasil y otras selecciones campeonas del mundo como Argentina y Uruguay, se sientan como pez en el agua mientras que otros se encuentran incómodos mal trajeados con un saco de difunto talla grande.
Así son las clasificatorias en Sudamérica y no queda más remedio que crecer y sentirse con un ‘feeling’ de que puede ser capaz y de ello la historia se encarga de recodarnos que para el Mundial de México 70 sacamos a los argentinos de la cita azteca.
Ello implica que se puede mejorar el menú de la clasificación con una mejor sazón y una adecuada presentación para ser parte del festín de los elegidos para el Mundial de Rusia 2018.
Cierto que la clasificación no está perdida, estamos en carrera en una eliminatoria en que podría repetirse el épico recuerdo de la ‘Bombonera’ porque Argentina está en nuestro camino en la penúltima fecha.
Jorge Sampaoli algo le huele mal porque el TAS no los benefició y empieza a ver fantasmas en ese encuentro inevitable entre Perú y Argentina en Buenos Aires donde no estará ‘Cachito’ Ramírez pero sus goles todavía causan escozor.
Queda un corto camino para que acabe la eliminatoria pero nunca como en estos últimos años en que a estas alturas ya estábamos enterrados y la clasificación era un intento fallido.