Muchos sienten que el estrés es la causa principal de una amplia variedad de problemas de salud, y la investigación indica que hasta un 75 o 90 por ciento de todas las visitas al médico son por cuestiones relacionadas con el estrés.
Sin embargo, lo que para una persona puede resultar en una afección física o mental, para otra puede ser positivo y generarle salud. La diferencia consiste en que la segunda persona visualiza la situación de estrés como un reto, como una oportunidad de obtener logros.
Entonces, ¿cómo puede el estrés impulsar un cambio positivo en vez de causar estragos en la salud? Puede que tenga mucho que ver con nuestra forma de pensar acerca de nuestras necesidades, y cómo esas necesidades motivan nuestras acciones.
Cuando una persona ve los retos como algo necesario para el crecimiento espiritual, entonces es más difícil que se arraiguen los factores de estrés con resultados negativos para la salud. El personal de la Clínica Mayo ha descubierto que un sentido de espiritualidad nos puede ayudar con el estrés de las siguientes maneras: otorga un mayor sentido de propósito, incrementa la búsqueda de conexión con el mundo, ayuda a liberarse del enfermizo sentido de control, y expande la red de apoyo de la persona.
Existen valiosas herramientas en la lucha contra el estrés, pero además se ha encontrado que profundizar en estos conceptos espirituales abre un método aún más poderoso para que el estrés se mantenga saludable. Tener un mayor sentido de propósito lleva a una vida que acepta y expresa la bondad de Dios, el amor, el interés por otros y la esperanza. Las tensiones de la vida se ponen en perspectiva, y a menudo incluso disminuyen.
También he descubierto que comprender que cada uno de nosotros tiene una relación continua con Dios produce nuevas vías para mejorar las relaciones con los demás a nivel individual. Y esto, a su vez, permite nuevas oportunidades para bendecir a los demás y ver cómo los demás nos bendicen.
En particular me agrada la sugerencia de la Clínica Mayo de liberarse del enfermizo sentido de control. Muchas veces en mi vida le he pedido humildemente a Dios, amor, dirección, y esa humilde solicitud me permite escuchar y ser guiado desde una base espiritual. Cuando oro de esa forma me doy cuenta de que recibo respuestas únicas que me inspiran y que antes no me eran evidentes. A algunas personas les ayuda la frase, “LetGo, LetGod” (significa: Suéltalo, deja que Dios dirija). Es útil para resumir esta entrega y encontrar respuestas espirituales a las tensiones de la vida.
Para mí es aún más profundo que eso; me da el poder de reflexionar. Como dijo el apóstol Pablo: “porque en él vivimos, nos movemos y somos”. Como Científico Cristiano, entiendo esta idea en el sentido de que realmente existimos como hijos de Dios en su universo ilimitado de bien espiritual, en el que no hay tensión. Comprender eso ha cambiado para bien mi experiencia.
Conforme he orado desde esa base divina por ver más allá de la necesidad de resignarme a sentir estrés, he encontrado que mi propósito en el día a día se va esclareciendo. Apoyarme en la dirección de Dios y saber que Él siempre está presente para orientarme y apoyarme, es una forma cada vez más poderosa de tomarme con calma el estrés.
Don Ingwerson, escribe temas sobre la salud y espiritualidad y vive con su esposa en Laguna Beach, USA y ambos son practicantes de la Ciencia Cristiana. Pone su larga experiencia como servidor público en el ámbito de la educación, siendo el enlace entre la Ciencia Cristiana y la legislatura y como contacto directo con los medios de comunicación.