El periodismo deportivo de luto por Daniel Peredo

 

La muerte de Daniel Peredo me recuerda un pasaje bíblico (disculpen si suena a herejía, no es esa mi intención), el de Moisés que muere justo antes de llegar a la “Tierra Prometida”. Peredo pasó décadas pugnando desde un set televisivo, o de una cabina de radio, y también desde las páginas de distintos medios impresos, por la clasificación de la Selección Peruana a un Mundial. Finalmente, en noviembre del 2017 dejó salir toda su emoción con la meta conseguida.

Daniel Peredo iba a cumplir su sueño de narrar la participación peruana en el Mundial Rusia 2018, gritar los goles de Paolo Guerrero, de Jefferson Farfán, de Christian Cueva, de nuestros muchachos. Pero la fatalidad lo alcanzó esta mañana (del 19 de febrero), tras jugar una pichanguita de fútbol con sus amigos comunicadores sufrió un infarto, que sería letal. Así, inesperadamente, se apagó uno de los gritos de gol que queríamos oír desde Rusia.

Peredo no era un periodista que “hace leña” a los jugadores, técnicos y procesos. Mucha gente lo criticaba por no subirse al coche de los que se regalan a la polémica. Daniel Peredo fue siempre ecuánime, respetuoso, y respetado. La verdad, era el periodista que yo quería seguir en Rusia 2018, lo había conocido en una clase de periodismo deportivo y me llamó la atención su conocimiento del deporte en general, y sobretodo del fútbol.

Un Mundial sin Daniel Peredo, un Mundial con Perú, igual seguimos sonriendo por esa clasificación, pero hoy con pena. Pena por no escuchar a un declarado fanático del Perú. Por Peredo hay un motivo más para hacer una linda Copa del Mundo. Vamos Perú, que Daniel gritará los goles desde el cielo.

¡Adiós Daniel Peredo!

 

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