Ante la actitud negativa de quienes detentan el poder económico y consiguientemente el poder político en el país, en perjuicio de una remuneración mínima vital que demandan los trabajadores para afrontar el alto costo de la canasta familiar y, al mismo tiempo, frente a la pretensión legislativa de imponer una ley, mañosamente llamada “de modalidades formativas laborales“, sin pago alguno, que afectaría a los jóvenes estudiantes de los institutos tecnológicos, la Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP) organización representativa del gremio de los trabajadores de prensa, hace público su rechazo a tales iniciativas, que dicen mucho del desprecio que se tiene a la clase trabajadora.
Sobre el particular, la ANP considera su deber llamar la atención del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo, así como de las organizaciones privadas que influyen en el comportamiento de esos poderes del Estado, que la crisis política y económica que afecta a la mayoría de la población, no es otra cosa que la consecuencia del desgobierno promovido y profundizado por ellos mismos. Sus principales manifestaciones son el hambre, el valor de la moneda, la destrucción del medio ambiente, la ausencia de los valores, la decadencia irreparable del modelo de desarrollo, civilización y cultura hasta ahora imperantes y la desintegración del orden nacional.
Respecto al hambre que se advierte en especial en las regiones olvidadas y alejadas de las urbes, se acentúa por una crisis profunda en la producción y distribución de alimentos; la crisis de la moneda pone de manifiesto una de las más injustas y arbitrarias contradicciones de la economía; la destrucción del ecosistema, aparece como una de las manifestaciones más angustiosas para la vida del poblador peruano; la dimensión más profunda de la crisis afecta todos los valores e instituciones que hasta ahora conforman un cierto tipo de civilización y cultura.
Todo esto es cuestionado por organizaciones de trabajadores como es el caso de la ANP, que reúne a periodistas profesionales y prácticos, asalariados y autogestionarios, así como por las nuevas generaciones de trabajadores de la industria, el comercio y los servicios, de los sectores formales e informales. Al asumir su responsabilidad gremial, la ANP advierte sobre el malestar existente y demanda un cambio de actitud en el comportamiento de los citados Poderes del Estado, indispensable para estructurar una sociedad de vida plena, de libertad, de responsabilidad y auténtica democracia.
Lima, 22 de febrero 2018
Comité Ejecutivo Nacional
ANP: Pesar en el gremio de la prensa por temprana partida de Daniel Peredo
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