Narco La Barbie: Oferta que no podía rechazar

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El narcotraficante que desafió a los crueles  sicarios de los Zetas para barrerlos a balazos,  con una aureola de sangre y muerte que rodeaba su cara bonachona de turista gringo, Edgar Valdez (a)  La Barbie terminó bajando la cabeza como otros capos de la droga, para aceptar a los fiscales de Georgia una oferta que no podía rechazar.

Se enfrentaba a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, por narcotráfico y lavado de dinero, con lo que terminaría sus días tras las rejas pero si colaboraba con la fiscalía tendría una reducción de condena, con posibilidad a una revisión si observaba buena conducta en el presidio, así como condiciones carcelarias menos duras.

El 6 de enero de 2016 La Barbie, se declaró culpable de importar y distribuir cocaína en Estados Unidos,  lo que fue considerado como una victoria por las autoridades porque tras bambalinas el hombre aportaba informe valiosa que puso en salmuera a los carteles de la droga que se disputan a sangre y fuego las intrincadas rutas del polvillo blanco.

Las autoridades norteamericanas consideraron su confesión una victoria.

Sin ocultar su entusiasmo  el fiscal general, John Horn declaró: “Valdez es un excelente ejemplo de la influencia de los carteles mexicanos en el tráfico de drogas en Estados Unidos: cargamento tras cargamento de cocaína cruzaron la frontera y llegaron a Atlanta para luego ser transportados a ciudades a través del Este de Estados Unidos”.

https://www.youtube.com/watch?v=bKCQ85Cplq0

Futbolista a la americana

Nacido en Estados Unidos de origen mexicano, Valdez Villarreal aprovechaba su msusculatura para apabullar a los  que se cruzaban por lo que su colegio,  la United High School, le cayó como anillo al dedo entrenar el fútbol americano donde podía asestar golpes a su regala gana.

Su entrenador lo bautizó con el apodo de “La barbie“(debido a su piel blanca, cabello rubio y ojos claros , con un parecido físico a Ken Carson, el ”novio”  de la muñeca Barbie.

A los  19 años fue acusado de homicidio por negligencia criminal por presuntamente atropellar a un consejero de la escuela media con su camioneta, en momentos que  vendía marihuana marihuana en las calles de Laredo.

https://www.youtube.com/watch?v=I1IPTL8zJJg

Su padre le ofreció pagar una  una educación universitaria pero “La Barbie”  prefirió seguir con el negocio de la marihuana que lo colmaba de billetes  peron al ser denunciado por la venta de marihuana fugó a México para evitar su captura.

Fue reclutado como guardaespaldas  en el cartel de  los hermanos Beltrán Leyva que en ese entonces eran socios de Joaquín ” Chapo” Guzmán, en la llamada Federación de Sinaloa, donde  rápidamente ascendió por  sus conexiones con los  narcotraficantes de Texas.

Su  capacidad para corromper  policías, militares y jueces le ganaron la simpatía del jefe de la organización   Marcos Arturo Beltrán-Leyva (a)  “El Barbas” . acribillado a balazos por la policía el 16 de diciembre de 2009 cuando se ufanaba de ser el “jefe de los jefes”.

La mutilación y la tortura le abrieron paso hasta convertirse en jefe de sicarios de Beltrán Leyva, y muerto éste, en uno de los brazos ejecutores del Chapo Guzmán para combatir a Los Zetas,  formado por antiguos desertores del Ejército, utilizado sus mismas tácticas de terror.

Reportes de la DEA señalan  que a finales de 2004, “La Barbie” inició una lucha por el control de la plaza contra los temibles sicarios de  “Los Zetas”, brazo armado del cártel del Golfo, que no vacilaban en decapitar y quemar vivos a sus víctimas para sembrar el terror entre sus enemigos.

“La Barbie” se sentía como pez en el agua en la guerra que abrió contra Los Zetas en Nuevo Laredo, bajo la protección de  “El Chapo” Guzmán,   que estaba en guerra  contra el  cártel del Golfo,  apoderándose de paso la plaza del puerto de Acapulco.

Los Negros se formaron para hacer frente a las operaciones del cártel del Golfo y su brazo armado Los Zetas, pero , como suele suceder en la Guerra de la Coca, terminaron siendo  aliados bajo la batuta de Edgar Valdez Villarreal “La Barbie” y supervisado por los hermanos Sánchez .

Caso Cabañas

La madrugada del 25 de enero de 2010, el jugador paraguayo Salvador Cabañas fue herido de un disparo en la cabeza al encontrarse con su esposa en un bar de la Ciudad de México. Esa misma mañana fue intervenido quirúrgicamente, informándose que su estado de salud era grave.

Por  medio de la grabación de una cámara de circuito cerrado se identificó a José Jorge Balderas Garza (a) “Jesús el JJ” o “El Modelo” como su atacante. Además detuvo a tres personas por resistencia de particulares.

“La Barbie”, reveló que fue él mismo quien, después de regañar a JJ por dicha acción, lo resguardó de una futura captura policial, debido a la amistad que tienen, colocándolo en una de sus “oficinas” en Atizapán, quedando totalmente desacreditada la versión de un atentado ideológicamente perpetrado por su cartel. Se trataba de una venganza personal

El 30 de agosto de 2010, fue arrestado por la Policía Federal en una casa de campo ubicada en Cañada de Alferes, por lo que  además de enfrentar varias acusaciones por narcotráfico y homicidio en México, era requerido por el gobierno de EEUU  para enfrentar tres procesos por distribución de droga.

Su suegro Carlos Montemayor González y presuntamente su sucesor en la estructura del cártel fue detenido en México el martes 23 de noviembre de 2010.

En octubre de 2011 Valdez Villareal se declaró  en huelga de hambre desde el 26 de septiembre del mismo año, aduciendo las malas  condiciones en las que se encontraba dentro del Penal del Altiplano,  en una pequeña celda y sin oportunidades de ejercitarse.

El  27 de noviembre de 2012, con ayuda de su abogado, entregan al Grupo Reforma (diarios El Norte, Reforma, Mural) una carta, la cual es dada a conocer y publicada al día siguiente, en donde hace declaraciones fuertes “.

El 11 de junio de 2018 fue dictada la sentencia a Valdez Villareal, que incluye una condena de 49 años y un mes así como al pago de  192 millones de dólares. Una condena que aplastaba sus esperanzas de una pena reducida.

La oferta que no podía rechazar le impone medio siglo de cárcel, a esta alturas, virtualmente una cadena perpetua salvo que se comporte como mansa paloma para una lejana revisión, cuando bordease los 90 años de edad, pero siempre y cuando tuviese  buena conducta. Es decir…

 

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