Caso cerrado, Manuel Burga castigado por FIFA

 

Manuel Burga Seoane no deja muy buen recuerdo a su paso por la Federación Peruana de Fútbol, supuesto culpable del destrozo de lo poco bueno que hubo en su época y deshonor de la dirigencia acusado de recibir sobornos.

Burga mientras estuvo en la FPF recargó su ambición de perpetuarse al frente de la máxima entidad del balompié peruano desplazando a todos los que intentaron ocupar el sillón que antes ocupó el desaparecido Nicolás Delfino.

Contó para ello con aliados en las Federaciones Departamentales que en buen número apoyaron su candidatura para las reelecciones reiteradas. Con una argucia que se hizo pública Burga satisfacía a los dirigentes departamentales con frecuentes viajes a la capital, alojamiento en buenos hoteles y viajes al exterior.

Burga por su parte como directivo del Comité Ejecutivo de la Conmebol viajaba a Zúrich con la frecuencia y facilidad de ir y venir a Miraflores usando un transporte público.

Gozó y disfrutó de comilonas y reuniones en lujosas mansiones y alojamiento en hoteles cinco estrellas. Con este trato a cuerpo de rey era imposible que dejara el puesto como presidente de la FPF.

Mientras disfrutaba de sus viajes continuos a Europa, el fútbol peruano se caía a pedazos y su manejo para impulsar alguna clasificación para un Mundial era tan difícil como pedirle a Panamá que ganara a Brasil con los ojos vendados.

“Las investigaciones a los señores Deluca, Meiszner y Burga guardan relación con su participación en una serie de sobornos relacionados con la concesión de los derechos de televisión y marketing de torneos de la Conmebol (Deluca) y de torneos de la Conmebol y de la Concacaf (Meiszner y Burga) durante los periodos comprendidos entre 2004 y 2012, 2012 y 2015, y 2010 y 2015, respectivamente”, explicó la FIFA.

Este documento fue lapidario para que Manuel Burga fuera considerado como miembro de una red mafiosa y la decisión de FIFA para castigarlo de por vida en el manejo del fútbol.

Burga ha calificado todo el accionar de FIFA como una decisión apresurada al considerarse inocente de todo cuando es la propia organización del fútbol mundial la que ha cargado de pruebas para ser invalidado como directivo en el fútbol.

Manuel Burga empezó en el fútbol como delegado del aula de su hijo en ADECORE y Leverone que era el presidente fue actor involuntario para que el nefasto personaje aprovechara su ínfimo cargo dirigencial para trepar y llegar al sillón  de la Federación Peruana de Fútbol.

Durante 12 años Manuel Burga estuvo al frente de la Federación de Fútbol y no alcanzó nuestro fútbol alguna figuración en el plano internacional y menos una presencia en una Copa del Mundo.

Así, FIFA cierra un capítulo de un dirigente que se sirvió del fútbol para satisfacer sus propios intereses y creó una muralla de ineficacia donde se estrellaron los buenos propósitos.

Ya hemos estado en el Mundial de Rusia 2018 y si ese trabajo se encamina en el mismo rumbo exitoso, podríamos estar en Qatar 2022 con Ricardo Gareca al frente y un buen grupo de futbolistas comprometidos con el mismo ideal.

 

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