El tiempo les ha abofeteado en la mera cara a todos aquellos conocedores del fútbol que se la viven insistiendo que la presencia de los clubes peruanos en la Copa Libertadores es totalmente innecesaria. No señores, eso es una falacia, ¿acaso River Plate hubiera podido llegar a ser campeón sin que el Juan Aurich terminará cediéndoles la clasificación grupal? Roberto Mosquera y sus muchachos también merecen ser parte de la celebración del campeón continental. No seamos mezquinos.
Esa es, por supuesto, una forma “positiva” de ver las cosas. Pues nada más se puede sacar en blanco de la eliminación masiva de Alianza Lima (en la Pre Libertadores), Sporting Cristal y Juan Aurich. En el mejor de los casos, y cuando andamos “iluminados” podemos ser buenos sparrings de equipos que tienen serias pretensiones coperas. Un Cristal ganándole el encuentro al Racing de Avellaneda en la propia Argentina (regresó a su realidad a la Academia, que no supo redituar su campeonato en el fútbol argentino), los chiclayanos haciendo regañar a Marcelo Gallardo (que hoy celebra a mandíbula batiente), es solamente eso, les brindamos una buena sesión de entrenamiento. Algo así como una pretemporada dentro de la misma Copa Libertadores.
Otra aspiración del Perú en la Copa Libertadores es colaborar para que pase un equipo y se quede otro, somos un genial comodín. Damos una “manita” generosa. Esa es la realidad de los clubes peruanos durante las últimas décadas de intervenciones coperas, vivimos de un subcampeonato de Universitario de Deportes en el ya lejanísimo 1972 y de otro del Sporting Cristal en 1987. Ósea subsistimos del casi se pudo. Triste realidad, pero no queda más que aceptarla, basta constatar el nivel del campeonato doméstico para entender que el próximo año correremos con la misma suerte.
Pero la ilusión es lo último que se pierde. A puertas de otro torneo internacional (la Copa Sudamericana) ya se empiezan a deslizar los triunfalismos. El caso más llamativo es el de Universitario de Deportes. Marchan últimos en el Torneo Apertura, juegan un fútbol discretísimo, pesa sobre esta tradicional institución una orden de liquidación por parte de Indecopi, sin embargo aspiran en “hacerla linda” contra el Deportivo Anzoátegui de Venezuela, e ir escalando etapas en la Sudamericana. Su argumento es la inclusión de dos elementos extranjeros (un ex delantero del León de Huánuco y un volante uruguayo que a principios de año la “U” descartó comprar). El peso de la victoria se remite a los pies de Raúl Ruidíaz, un jugador venido a menos (el 2014 con los “cremas” y lo que va del 2015 con Melgar son clara muestra de su declive deportivo) que recién se unirá a los entrenamientos merengues el lunes 10 de agosto, a un día del debut copero.
El Melgar arequipeño, el Unión Comercio de Moyobamba, y el León de Huánuco son los otros representantes peruanos en la Copa Sudamericana. Sus rivales respectivamente son el Emelec de Ecuador, las Águilas Doradas de Colombia y el Junior también “colocho”. Los “comerciantes” han tenido unas de cal y otras de arena en lo que va del 2015, dudo que con eso les alcance, además en Colombia están acostumbrados al calor sofocante lo que elimina la ventaja de la localía selvática. Mientras, los huanuqueños van en el sótano de la tabla, también han echado mano a contrataciones tardías, es que no se dan cuenta que corren contra el reloj: FALTA DE PLANIFICACIÓN. Las mayores chances se las veo al cuadro “characato”, tienen buen equipo, pero Juan Reynoso debe dejarse de poses.
En suma, esta Copa Sudamericana seguirá siendo un “sueño de opio” para los peruanos, lejanos también los triunfos del Cienciano de 1998, hoy “no se puede” y basta. Por eso, tan cerquita a la Sudamericana muchos colegas han decidido analizar el momento glorioso del River Plate, o los goles de Lionel Messi en los “amistosos” del Barcelona. Tinta y palabras mejor invertidas.