Llegamos a marzo y no a cualquier mes del año tratándose del inicio de la carrera cuya meta apunta a la clasificación del Mundial de Qatar 2022. Un mes clave en este comienzo con la fragua encendida para dar cuenta de Paraguay y Brasil, los primeros rivales.
Todo inicio trae una preocupante interrogante del futuro para sostener lo que vendrá luego. Es decir obtener buenos resultados en el inicio es un buen augurio que servirá para agarrar confianza y mostrar una cara menos angustiante a la que mostramos camino a Rusia 2018.
En la anterior eliminatoria pasamos penurias y al borde del infarto estuvimos en muchas fechas hasta que el panorama recién se aclaró con tres resultados claves: Triunfos ante Ecuador en Quito, frente a Paraguay en Asunción y aquel baile a Uruguay en Lima.
Fueron nueve puntos que aun así serían insuficiente si es que no ganáramos en mesa los puntos ante Bolivia y los resultados que nos favorecieron como la derrota de Chile ante Brasil y el triunfo de Venezuela del 11 de octubre de 2017 a Paraguay en Asunción por 1-0. El gol lo hizo Yangel Herrera en el minuto 84 y con este resultado la bicolor aseguró el puesto 5 para el repechaje ante Nueva Zelanda. Los guaraníes fueron apeados de la pelea.
Repasando cómo se logró la clasificación anterior, el mejor deseo es que la selección peruana no repita ese camino doloroso. Lo ideal es entrar entre los cuatro primeros y dejar a otro con la repesca.
Ese sería el mejor indicio de que se habrá hecho los correctivos y no se ha malgastado todos estos meses aun cuando el subtítulo de la Copa América indique que el chocolate está menos espeso que otras veces.
Llegar a ese cuarto puesto supone estar a la par con Brasil, Argentina y Colombia. Si el cuarto lugar es nuestro, dejaríamos como novias despeinadas a selecciones de Chile, Paraguay, Ecuador y a la mismísima Venezuela que quiere su primera experiencia mundialista.
Así, las cosas el camino se hace espinoso. No será una tarea fácil llegar a Qatar 2022 pero no hay más elección. La única elección fiable sería no tener que eliminarnos con Brasil, Argentina y Uruguay pero es imposible. Aun cuando nos deje un sabor agrio en la boca al pensar que en Centroamérica los mexicanos están abonados a estar siempre en los mundiales.
Dicho esto, Ricardo Gareca no tiene otro derrotero que fortalecer lo que tenemos y darnos una nueva alegría a sabiendas que muy dentro sabemos que nuestro poderío es limitado.
Finalmente, para apoderarnos del cuarto lugar debemos sacar del camino a Colombia o Uruguay. Contra los cafeteros la hemos pasado mal en los últimos años y contra los charrúas tenemos opciones agrandadas porque ni con los mordiscos de Luis Suárez han podido con la bicolor.
Estamos en marzo, un mes clave para situarnos en el lugar exacto porque hoy lo que vale es no dejar de sumar. Sumemos para que el repechaje no sea la mejor opción.
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