Perico, me debes una entrevista

shadow

 

En 1981 con ocasión de los IX Juegos Bolivarianos de Barquisimeto, Venezuela, con el reportero gráfico Edilberto Alvarado nos trasladamos a la sede bolivariana para cubrir el evento, entre el 4 y 14 de diciembre de ese año.

De regreso a Lima, llegamos a Caracas para tomar el avión con una escala en Panamá. Como había un buen techo de horas antes de ir al aeropuerto, conseguí el teléfono de Pedro Pablo Perico León.

Por esos años Perico radicaba en Venezuela antes de afincarse en Estados Unidos.

-Perico, cómo estás, te saluda Hugo Laredo

-Bien hermano, qué gusto saludar a un compatriota.

Fue el inicio del diálogo con el formidable ‘9’ de la selección peruana. Casi nadie lo había entrevistado. Me dio un escalofrío tenerlo atrapado en la línea, Le había ganado hasta ese momento la posibilidad de la entrevista a otros colegas como Manuel Doria, Paco del Busto y Koko Cárdenas, redactores con mucho recorrido en esta linda profesión.

-Perico estoy de pasada, tengo apenas unas horas para que pueda entrevistarte.

-Mira hermano, no estoy en Caracas, estoy en Valencia, está lejos y no creo que se pueda.

En el fútbol ¿todo vale?

-Yo me arriesgo, voy a donde sea con tal de poder conversar contigo. Esta es una oportunidad que no puedo desperdiciar.

-Te soy sincero, no creo que pueda acceder a tu requerimiento, estoy ocupado. Lo siento mucho.

-Perico, mira, estoy cerca de conseguir la entrevista soñada. He realizado varias con personajes famosos, pero con Perico León es otra cosa.

La insistencia no tuvo el final que esperaba. Una pena no poder entrevistar al gran Perico, una leyenda del fútbol peruano, el mejor delantero de la selección peruana e ícono de Alianza Lima.

Era la primera vez que hablaba con Perico. Tenía un concepto equivocado de la forma cómo se expresaba. Locuaz, educado, de trato fino, este Perico al otro lado de la línea no era el personaje chabacano que apenas podía hilar dos párrafos. Me sorprendió, me quedé gratamente sorprendido, pero hecho un collar de zapallos con un peso que no podía soportar.

Se me escapó la paloma, me decía, pero alguna otra ocasión tendré para la entrevista que había quedado pendiente, en Venezuela, con la suela desgastada y la mirada perdida.

Hoy después de tantos años la entrevista trunca no podrá realizarse. Perico León partió a la eternidad y me dejó con una prisa congelada en el tiempo. Solo me queda pedir que su sueño eterno sea en paz, en la gloria de Dios. Perico me debes una entrevista.

Foto internet/medios

 

 

 

 

 

One Response

  1. Por ejemplo, todas las nueve.

Leave a Reply

You must be logged in to post a comment.

653799
V: 798 | 27