Abierto de Estados Unidos: Rafael Nadal gana por tercer vez torneo estadounidense

shadow

 

Rafael Nadal obtuvo este domingo su tercera conquista del US Open en una final arrolladora (6-3, 6-3, 6-4) ante el sudafricano Kevin Anderson donde no dio pie a sorpresas y alzó su decimosexto título de ‘Grand Slam’.

Rafael Nadal lució un juego sin errores y minó poco a poco la resistencia de su rival. En su primera final de un ‘grande’, Anderson se defendió como pudo con su saque pero la entrada en calor del número uno le desmontó sobre la pista Arthur Ashe en dos horas y media.

Nadal mandó con su derecha, gozó de un gran saque con el que no tuvo que enfrentarse a ninguna bola de ‘break’ y voló sobre la central de Flushing Meadows ágil de piernas.

La velocidad de crucero puesta en práctica desde la segunda semana en Nueva York, con su máximo exponente en un recital ante Juan Martín del Potro en semifinales, se tradujo en su tercer título en el Abierto estadounidense (2010 y 2013).

El balear levantó el quinto título de la temporada y el segundo Grand Slam, tras Roland Garros, para ponerse en 16 ‘grandes’, a tres de Roger Federer. Sin duda los dos nombres propios de la temporada.

Con el cierre de la temporada de ‘grandes’, el último de Nadal con su tío Toni en el banquillo, el español dio otro golpe en la mesa en un año de regreso tras una lesión. Las rodillas, la muñeca, la ‘lesión mental’ han sido obstáculos que han hecho dudar al propio Nadal en los últimos años.

Sin embargo, tras el parón en octubre pasado por culpa de la muñeca, en un 2016 de recuperación de sensaciones, en 2017 ha vuelto por sus fueros hasta llegar al número uno del mundo y disfrutar de su mejor versión a los 31 años.

Tras un espectacular paso por la tierra batida, el alto nivel del español sufrió un bajón en la pista rápida americana. Sin embargo, la cita neoyorquina despertó de nuevo el hambre de un Nadal que no encontró rival hasta hacerse con el título.

 Ante Anderson, verdugo de Pablo Carreño en ‘semis’, volvió a no dejar nada al azar. El sudafricano topó con un Nadal que respondió a sus cañonazos y dejó sin efecto su poderoso saque.