Luego de que se anunciara el inicio de operaciones del nuevo aeropuerto internacional Jorge Chávez para el próximo 1 de junio, la Defensoría del Pueblo informa que realizó una supervisión en los alrededores e interior de dicho terminal aéreo a fin de verificar aspectos de la “marcha blanca”.
Durante el recorrido se pudo advertir que, pese a que restan pocos días para el anunciado estreno, persisten distintas condiciones que podrían generar situaciones de gran desorden vehicular en perjuicio de miles de pasajeros, si el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) no implementa medidas en el inmediato plazo, señala.
Uno de los aspectos más críticos es que los puentes modulares que han sido instalados sobre el río Rímac -dos únicas vías de ingreso y salida que conectan la avenida Morales Duárez con el nuevo terminal- solo cuentan con dos carriles cada uno, lo que reducirá drásticamente el flujo vehicular en contraste con el aeropuerto actual, que cuenta con ocho carriles de acceso y, además, puertas de ingreso para peatones. Esta situación se torna aún más preocupante si se tiene en cuenta que la avenida Morales Dúarez también tiene solo dos carriles en cada sentido, añade la entidad estatal.
Para la Defensoría del Pueblo, esta situación es sumamente crítica por el posible colapso que esta situación generaría en las vías cercanas al aeropuerto, una vez que en la nueva instalación opere la totalidad de vuelos nacionales e internacionales y el antiguo terminal cierre de manera definitiva.
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A los “cuellos de botella” que se presentarán – agrega- debe sumarse el hecho que ante alguna emergencia por desperfecto en algún vehículo o accidente, se produciría la paralización total del flujo vehicular, que perjudicaría a cientos de pasajeros que pugnen por ingresar al aeropuerto, incrementando el riesgo de pérdida de vuelos.
Durante la supervisión se constató también que la avenida Morales Duárez solo ha recibido mantenimiento en el tramo comprendido entre la avenida Elmer Faucett y dos cuadras posteriores a la avenida Santa Rosa. El tramo siguiente, hasta la avenida Néstor Gambetta, luce con pavimento deteriorado y fisuras, cuyo desgaste mayor podrían originar diversos accidentes, menciona la Defensoría del Pueblo.
Ante ello, se solicita al MTC a implementar, de la manera más inmediata, accesos adicionales al nuevo aeropuerto que aseguren un tránsito constante de vehículos, teniendo en cuenta que actualmente el aeropuerto recibe en promedio más de 63 000 personas al día y que con la nueva infraestructura se espera duplicar esta cifra en menos de cinco años.
Asimismo, tras constatarse que las vías peatonales de los puentes modulares se encuentran clausuradas, la Defensoría del Pueblo precisa que el MTC debe evaluar el desarrollo de obras complementarias para el uso de los accesos peatonales de dichos puentes, a fin de descongestionar el uso de las pistas, en favor de aquellos usuarios que opten por el ingreso a pie hasta la conclusión de las obras definitivas.
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Finalmente, se urge al Ministerio de Transportes y Comunicaciones y el concesionario de la Línea 4 del Metro de Lima a evaluar las condiciones contractuales para concretar la ejecución de un Ramal con una estación que permita la conexión entre el tren subterráneo y el nuevo aeropuerto, y de esta manera ir generando infraestructura de acceso eficiente y moderna para beneficio de la ciudadanía en general.
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