BUENOS AIRES (Argentina).- La reforma laboral que el Gobierno de Javier Milei insiste en aplicar en su política de ajustes genera hoy una creciente conflictividad con los sindicatos que muestran su rechazo y se aprestan a nuevos paros y movilizaciones.
Mientras el Ejecutivo impulsa el proyecto de reforma laboral en el Congreso, las federaciones gremiales argentinas coordinan acciones para rechazarla y prevén un paro masivo en todo el país la próxima semana cuando el Congreso comenzará el debate de la propuesta libertaria.
Las dos Centrales de Trabajadores de Argentina (CTA) y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) expresaron su apoyo a la convocatoria al paro y movilización que lanzó la Confederación General del Trabajo (CGT) para el jueves 18 cuando el Senado discutirá el proyecto.
El Congreso argentino abrió su nueva Legislatura el miércoles 10, a la cual el ejecutivo le pidió efectuar sesiones extraordinarias hasta el 30 de diciembre con el afán de que apruebe la reforma laboral y el presupuesto del 2026l.
A la manifestación que repletará la Plaza de los Dos Congresos y avenidas y calles aledañas según anticipan los organizadores se sumó también la poderosa Unión de Obreros Metalúrgicos, así como organizaciones sociales como la Unión de Trabajadores de la Economía Popular. No faltarán políticos.
Incluso, el gremio de los petroleros amenazó con paralizar la producción de petróleo y gas en Vaca Muerta, el principal yacimiento de hidrocarburos de Argentina, lo cual significará un duro golpe a la economía.
Como preámbulo de esta creciente conflictividad entre el gobierno libertario por su proyecto reformista y el entramado sindical, el gremio de Judiciales se manifestó el jueves en el llamado microcentro de la ciudad de Buenos Aires.
Uno de los manifestantes dijo a Prensa Latina que protestan por el drástico recorte a sus salarios en los dos últimos años que los ha dejado sin el 50 por ciento de sus sueldos, y la pretensión del ejecutivo de disminuirlo más e incluso dejar en la calle a decenas de empleados de las instancias judiciales.
Además, remarcó que protestan contra la reforma laboral que intenta implementar el gobierno de Javier Milei, la cual –señaló– cercenará aún más los derechos de los trabajadores.
Citado por el canal de noticias C5N, el secretario general de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina, Gerardo Martínez, recalcó que “naturalmente no podemos aceptar el planteo del proyecto de (Federico) Sturzenegger porque quiere quitar derechos y romper estructuras del derecho colectivo e individual”.
Las reformas que más enojan a los sindicatos suelen incluir medidas que debilitan su poder de negociación (convenios por empresa vs. por actividad), reducen sus fondos (aportes solidarios), flexibilizan contratos, limitan el derecho de huelga, aumento del horario de trabajo, limitan la huelga, facilitan los despidos y atacan la personería gremial.
Con esas medidas, el ejecutivo busca reducir la influencia de los sindicatos, como se ve en propuestas recientes en Argentina que generan fuerte rechazo por otorgar derechos absolutos a las empresas.
Otra propuesta que genera rechazo es la de “Salarios por Mérito” y la facilitación de contratos temporales o precarios son vistos como una amenaza directa a la estabilidad laboral y a la organización gremial, según Mundo Gremial.
Incluso, revoca el Estatuto de Periodistas, un golpe al periodismo, inaudito que ni en tiempos de dictaduras se aplicó.
Fuente Europa Press / foto X