LA PAZ (Bolivia).- El viceministro de Defensa Civil de Bolivia, Juan Carlos Calvimontes, cifró hoy en 51 las víctimas fatales y 43,571 las familias afectadas y damnificadas en el país andino amazónico por las inundaciones.
Afirmó el vicetitular que en todo el territorio nacional 133 municipios y 533 comunidades fueron afectadas por las inundaciones, riadas, deslizamientos y otros fenómenos provocados por las persistentes precipitaciones.
“Estas cifras nos dan un panorama de la gravedad que está presentando este fenómeno en el país”, aseguró en entrevista concedida a la Red Uno.
Según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología, los departamentos de La Paz y Pando todavía se encuentran en alerta roja ante las precipitaciones pluviales y el inminente desborde de los ríos.
“La crecida en las principales cuencas de la Amazonía y del Chaco nos están poniendo en alerta, porque han empezado a generar desbordes (…). Nosotros, como Comando Conjunto hemos reaccionado de manera inmediata”, sostuvo Calvimontes.
Las intensas precipitaciones provocaron emergencias en los nueve departamentos bolivianos, con La Paz como el más damnificado, seguido de Cochabamba, Santa Cruz, Oruro, Potosí, Chuquisaca, Pando, Beni y Tarija.
En la urbe paceña fue declarado, la víspera, el estado de emergencia y la alerta roja después que el presidente boliviano, Luis Arce, telefoneó al alcalde opositor municipal Iván Arias y lo instó a tomar esa medida.
Arias promovió la resolución 0182/2024 con esa propuesta y el Concejo Municipal la aprobó por mayoría.
Esa normativa municipal resultaba necesaria para que el Gobierno nacional pudiera intervenir de inmediato con recursos técnicos y logísticos en las zonas afectadas, ante las persistentes e intensas precipitaciones.
“El número de eventos de emergencia ocurridos en el municipio de La Paz y su gravedad se han incrementado en la presente época de lluvias, que manifiesta un incremento del riesgo por inundaciones, flujo de detritos y deslizamientos en masa que afectan a la población, medios de vida y a la infraestructura pública y privada”, sostiene el documento.
Describe entre otros inconvenientes el deslizamiento de grandes masas de lodo (“mazamorra”), flujo de detritos, desborde de ríos, embovedados obstruidos, sumideros tupidos, material de arrastre en vía, erosión del terreno y generación de daños significativos en infraestructuras. Ante esta situación, refiere que la Alcaldía debe fortalecer su capacidad de respuesta durante la presente temporada de lluvias para atender los eventos de emergencia.
Precisa al respecto, que se debe disponer de los recursos económicos necesarios e incrementar la atención con maquinaria pesada, personal técnico y obreros logísticos.
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Fuente y foto Prensa Latina
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