Ciberbullying: mayoría de casos tiene como víctima a niños de entre 12 y 14 años

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El caso del colegio St. George’s de Chorrillos, donde un grupo de estudiantes propaló imágenes trucadas con contenido sexual de sus compañeras, comprueba que la violencia contra niños y adolescentes ha pasado ya hace buen tiempo de la prespecialidad al ámbito virtual.

Un estudio de la organización Aldeas Infantiles SOS Perú, arroja mayor información en torno a este problema, al recoger entrevistas a 990 niñas, niños y adolescentes (de 10 a 17 años), a 1,063 padres de familia, así como a 347 docentes de colegios del Estado.

El 61% de los niños y adolescentes aseguró haber soportado ciberbullying, el 23% participó en retos virales, en tanto el 12% fue víctima de grooming (acoso de un pederasta) y el 4% de sextorsión (chantaje de ciberdelincuente), según La Encuesta sobre Percepciones y Experiencias Digitales en torno a: Ciberacoso, Retos Virales y Sextorsión.

De este universo, el 74 % de los casos de ciberbullying se produjeron entre los 12 y 14 años; el 39 % de menores de 10 a 11 años se asoció a retos virales o peligrosos, mientras el 15 % vivió el grooming en la edad en la que concluyen la educación secundaria.

Esos datos revelan la magnitud de esa problemática, consideró Yakelin Caycho, especialista de Salvaguarda y Protección Infantil de Aldeas Infantiles SOS Perú, por lo que, afirmó, se requiere continuar trabajando en la prevención del acoso en los medios digitales.

“Hay que estar muy de la mano con los menores para tener el cuidado correspondiente. Estas estadísticas son fuertes por la edad en la que están ahora las niñas, niños y adolescentes; justamente se encuentran en el entorno de la etapa escolar”, sostuvo.

De acuerdo con la experta, los casos de ciberbullying y otros no tienen que ver con qué tanto conocen los chicos, debido a que el 89% de ellos dispone de la información por sus padres y la escuela; sin embargo, señaló. además de hablar, los padres de familia deben acompañar en este proceso conociendo por ejemplo sus redes sociales, sabiendo qué hacen sus hijos, así como sus contactos, entre otros.

“Eso es clave porque, cuando hablamos de un entorno digital, ello no pasa por aplicar nuestra estrategia clásica de la comunicación tal cual la conocemos, si no implica conocer otro tipo de aspectos que estén secundados en esa comunicación”, explicó.

Foto Andina

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