Cinco sismos sacudieron varias localidades en menos de 12 horas

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Perú reafirmó su naturaleza de país con alta actividad sísmica tras una serie de movimientos telúricos ocurridos entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de diciembre. De acuerdo con el Centro Sismológico Nacional del Instituto Geofísico del Perú (IGP), en menos de 12 horas se registraron al menos cinco sismos con magnitudes que oscilaron entre 3.5 y 4.8 en diversas regiones del territorio nacional.

Aunque estos eventos no generaron alertas de tsunami ni ocasionaron daños materiales o personales, la frecuencia inusual de los temblores mantuvo en estado de alerta a miles de personas, especialmente en las zonas costeras.

 

 

El sismo más intenso se sintió en la costa de Lima

El evento sísmico de mayor magnitud ocurrió a las 19:35 horas del 26 de diciembre, alcanzando una intensidad de 4.8. Su epicentro se localizó a 52 kilómetros al suroeste de Supe Puerto, en la provincia de Barranca, a una profundidad de 29 kilómetros. Este temblor, con una intensidad percibida de nivel III, generó inquietud entre los residentes, quienes, aunque no reportaron daños, destacaron la susceptibilidad de la región frente a este tipo de fenómenos.

 

 

Horas antes, a las 11:31 de la mañana, un sismo de magnitud 4.7 se registró en las cercanías de Curimaná, Ucayali. Debido a su profundidad de 138 kilómetros, el movimiento se percibió de forma leve y no tuvo mayores repercusiones.

En el sur del país, específicamente en Locumba, región Tacna, se detectó otro temblor durante la madrugada. Con una profundidad de 52 kilómetros, el evento apenas alcanzó una intensidad II–III, siendo ligeramente perceptible para algunos habitantes.

 

 

Continúa la actividad sísmica en Lima con dos nuevos temblores

La madrugada del 27 de diciembre la actividad sísmica persistió en la costa central. Dos movimientos telúricos, ambos de magnitud 3.5, sacudieron Lima. El primero ocurrió a la 01:17 horas cerca de Mala, en Cañete, mientras que el segundo, registrado a las 04:39 horas, confirmó que el suelo aún continuaba liberando tensiones acumuladas.

 

 

 

Texto: WSV
Foto: Difusión

 

 

 

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