Codespa apoya proyectos de emprendimiento en economía en Perú, Filipinas y Colombia

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MADRID (España).- La Fundación Codespa apoya diferentes proyectos de emprendimientos basados en la economía circular que se llevan a cabo en comunidades rurales de Perú, Filipinas y Colombia, donde se aprovechan los desechos generados de procesos productivos comunes (agricultura, ganadería y pesca) a los que se da una nueva vida, reutilizando materias primas y/o residuos generados.

Entre los beneficios que se obtienen con este proceso, la ONG hace alusión a la inversión en investigación e innovación; la preservación del medio ambiente y la prosperidad para las comunidades al generar nuevos puestos de trabajo; la diversificación de sus actividades; o la ampliación de la oferta de productos y servicios en el mercado local.

En Perú, por ejemplo, 15 jóvenes pusieron en marcha un proyecto de emprendimiento en el 2021 que involucra a más de 300 agricultores gracias al apoyo de Fundación ‘la Caixa’, bajo su programa Work4Progress, y Limmat Stiftung. Este negocio, denominado ‘Nugkui’ (una palabra awajún que significa ‘madre tierra’) consiste en transformar los excedentes de la producción de plátano en hojuelas deshidratadas, que sirven para elaborar otros alimentos como harina o tortillas.

Los jóvenes han trabajado con ingenieros de centros de investigación punteros y han recibido orientación de especialistas en liderazgo empresarial, marketing y comercialización. Así, han transformado un producto descartado en un producto con valor añadido, que se produce sin alterar el medio ambiente y es muy nutritivo.

En Filipinas, donde la mayoría de la población se dedica a la agricultura y hace uso de fertilizantes químicos, que progresivamente erosionan el suelo, lo que reduce su productividad y resistencia ante los efectos del clima, en el 2021 la ONG realizó un estudio junto con las comunidades de agricultores de la provincia de Mindanao para buscar alternativas al uso habitual de fertilizantes químicos y recuperar la fertilidad del suelo.

Así, se identificó una solución en el ‘biochar’ o biocarbón, un compuesto orgánico obtenido de la cáscara de arroz que los agricultores suelen desechar. Una vez repartido en el terreno, el biocarbón tiene un triple impacto: fija el fertilizante aumentando su rendimiento; incrementa la productividad, entre un 10% y un 25% dependiendo del cultivo; y contribuye a la regeneración del suelo en el tiempo. Además, supone un ahorro importante para los productores que adquieren el fertilizante químico a un coste cada vez más elevado.

A lo largo del proyecto, 5,000 agricultores han reducido el uso de fertilizantes químicos, a raíz de la distribución de este compuesto por pequeñas tiendas, cooperativas y asociaciones de productores en las comunidades de Mindanao.

Otro ejemplo de emprendimiento sostenible es ‘FRUCAP’, que comenzó en el 2019 en la provincia del Cauca (Colombia), donde el 57.6% de los hogares sufre inseguridad alimentaria.

Este proyecto recupera los excedentes de producción de naranja y otras frutas para deshidratarlas y convertirlas en un nuevo producto a base de polvo que mantiene el contenido vitamínico de la fruta. Este sistema ha permitido que 40.000 niños tengan acceso a la fruta micro encapsulada y así mejorar la nutrición de las familias.

La producción de FRUCAP tiene como base el aprovechamiento de estos excedentes generados por pequeños agricultores en las épocas con picos productivos. De este modo, los nutrientes de las frutas llegan a personas que no pueden acceder a estos alimentos a un precio asequible, sin necesidad de refrigeración y con la posibilidad de ser almacenados durante año y medio, conservando su valor nutricional.

Codespa resalta su labor junto a FUBAM, un banco de alimentos con el que colabora en la ciudad de Medellín para hacer de esto una realidad y llegar a más personas con necesidades especiales de alimentación y de escasos recursos.

Esta iniciativa cuenta con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y vincula a 45 pequeños productores como proveedores e indirectamente a sus comunidades, promoviendo así un negocio inclusivo.

Codespa subraya que estos proyectos son ejemplo de innovación que suponen además alternativas asequibles que combaten la desigualdad y la deforestación de zonas naturales.

Fuente Europa Press / foto Twitter