En aquellos tiempos cuando la formación clásica de un equipo de fútbol estaba conformada por dos defensas, tres en la línea media y cinco delanteros, Carlos Gómez Sánchez brilló en la década de los cuarenta en las filas de Alianza Lima. En realidad, era la figura más destacada del conjunto victoriano. Se desempeñaba como interior izquierdo y desde ese puesto no solamente servía de enlace, sino que también culminaba los avances aliancistas con goles enmarcados por el arte pinturero de su juego. Los dirigentes de Boca Juniors, lo vieron y disfrutaron de su juego en la Copa América de 1947 e hicieron todo lo posible hasta lograr su transferencia al equipo xeneize. Posteriormente siguió su carrera en Colombia al lado de otro genio como fue Félix Castillo. El final de su trayectoria fue trágica. Vino a Lima de visita para reencontrarse con sus familiares y amigos en Chorrillos. Estos últimos lo invitaron a jugar un partido amistoso, sin pensar que la desgracia estaba rondando la vida de este buen jugador. En una desafortunada intervención le ocasionaron una grave lesión a la pierna, de la cual nunca se pudo recuperar.
Carlos Gómez Sánchez nació en Lima el 4 de octubre de 1923 y falleció el 21 de septiembre de 1980, fue un futbolista peruano apodado «Tábano», fue un delantero de técnica exquisita, genial creación y exhibición de juego, gran potencia y liderazgo natural. Es ídolo de Alianza Lima, único club peruano por el que jugó. Es uno de los pocos ídolos del club que no posee título alguno.
En 1947 integró y fue figura de la selección peruana que asistió a la Copa América, aquella destacada actuación en el torneo continental le valió ser contratado por Boca Juniors al año siguiente, club con el que jugó una gran y única temporada anotando 7 goles. Tras ello emigró a Colombia para enrolarse al América de Cali coincidiendo allí con su compatriota Félix Castillo.
El Tábano llegó al club en 1943 con tan solo 20 años, procedente del Santiago Barranco. Desde el inicio ganó especial protagonismo, haciendo gran equipo con otros grandes referentes de la época como lo fueron Adelfo Magallanes y Teódulo Legario. No solamente era ya reconocido por su calidad técnica, también era un líder natural. Así lo reconoció Cornelio Heredia, otro gran jugador e ídolo aliancista, curiosamente también reconocido como un gran líder dentro del campo de juego. Sus grandes actuaciones en el club lo llevaron rápidamente a la selección peruana. Fue precisamente jugando por la selección que lo vieron emisarios del que sería su próximo equipo: el Club Atlético Boca Juniors. Anotó 3 goles en el Sudamericano de 1947, en el cual compartió una delantera de ensueño junto con Willy Barbadillo, Máximo Mosquera y Valeriano López. Los argentinos, maravillados, buscaron su fichaje. Al año siguiente llegó al club argentino, disputó 21 partidos y anotó 7 goles, todos de titular y sin salir reemplazado. En Boca Juniors jugó con grandes ídolos del club argentino, como lo fueron Natalio Pescia y Mario Boyé. Fue durante su estancia en Argentina que se ganó el apodo de Tábano. En 1949, fue a disputar otro sudamericano, tras el cual regresó a Alianza.
El año siguiente, en pleno apogeo tanto de su carrera como del fútbol colombiano, fue fichado por el América de Cali junto con los blanquiazules Gerardo Arce, Alejandro González y Félix Castillo. Allí disputó las temporadas de 1950 y 1951. Tras su paso por el Dorado colombiano, regresó a Alianza Lima para disputar el campeonato de 1952. Aunque muchas fuentes dan como ganador del torneo al Tábano, esto no es cierto. No solo porque todas coinciden en que nunca llegó a jugar con su hermano menor, Óscar Gómez Sánchez, sino porque de hecho, se lesionó. Llegó a disputar un amistoso en enero de aquel año contra Universitario de Deportes, pero no el campeonato de aquel año, ya que poco tiempo después se lesionó jugando un partido de fulbito en una cancha de Chorrillos, apodada «Cancha de los muertos», y con eso se terminó su carrera futbolística poco antes de cumplir 29 años.
Sin embargo, no quedó ahí su vínculo con el club, ya que permaneció siempre cerca del plantel. Asumió la función de Director Técnico en la Temporada Internacional de 1961, cuando Alianza Lima enfrentó a los fuertes equipos extranjeros Botafogo y Palmeiras de Brasil, y Peñarol de Uruguay.
La familia Gómez está, tanto como la Castillo o la Lazón, íntimamente ligada a la historia blanquiazul. No solamente su hermano, el Huaqui, es otro ídolo de Alianza Lima y de la selección peruana, sino que también su hijo, Carlos Gómez Laynes, fue futbolista y canterano del club. Los hijos de éste son Carlos Gómez Urrutia, canterano y exfutbolista del club y Coraima Gómez, voleibolista de la cantera aliancista y seleccionada nacional. Es también familiar indirecto del máximo goleador histórico de la selección peruana, Paolo Guerrero.
Fuente: wikipedia