La expulsión del defensa Carlos Zambrano, a penas a los 20 minutos de iniciado el partido con Chile, le cambió la cara y el ritmo, a nuestro equipo, beneficiando a los sureños, que salieron airosos por 2-1, con lo que Perú solo aspira al tercer lugar de esta Copa América, enfrentando al perdedor del choque Argentina-Paraguay, mientras el ganador jugará por el título con los chilenos, que juegan el torneo desde 1916, pero jamás lo han ganado.
A pesar de la derrota, el equipo de Perú siguió mostrando los avances logrados en la era Gareca, quien en solo tres meses, le ha devuelto el juego armonioso, de toque, a ras de piso, con una defensa sólida, laterales que se suman eficientemente al ataque, un medio campo que contiene y sale y un ataque peligrosos, por el armado de Cueva y Farfán y le codicia permanente de Paolo Guerrero.
Anoche, en los hogares peruanos, quedó esa sensación, de esta mejoría, aunque hubo desazón por la derrota ante Chile, pues todos queríamos un triunfo peruano en este nuevo ‘Clásico del Pacífico’, que nos permitiese avanzar hasta la final de la Copa.
Se comienza atacando y Zambrano se descontrola y lo expulsan, impulsando a Chile…
Los primeros minutos fueron de claro dominio de Perú, que había podido alinear a Ballón y Carlos Lobatón en su medio campo, impulsando los ataques de Cueva, Farfán y Guerrero, quien las peleaba todas en el área chilena. Se le notaba, al equipo nacional, sólido en defensa, solvente en medio campo, con las proyecciones de Vargas y Advíncula, y peligroso en el área contraria.
Pero ya en los primeros minutos, Carlos Zambrano tuvo un intercambio de “caricias” con el chileno Vidal, motivando que el árbitro venezolano José Argote, les llamara la atención. Al parecer, Zambrano, no hizo caso y un minuto después se ganó la tarjeta amarilla por falta contra Vidal.
Chile también atacaba, pero Gallese estaba firme en su pórtico. El encuentro de volvió de ida y vuelta, con un Perú más peligroso por su mejor juego y las sorprendentes llegadas de sus atacantes.
Hasta que en el minuto 20 Zambrano volvió a cometer otro foul descalificador, contra Charles Aranguiz, que obligó al juez venezolano a mostrarle la tarjeta roja. No hubo reclamos airados y el defensa peruano debió irse, dejando en desventaja numérica a su selección. Error que debe corregirse, pues es casi una constante del defensa central peruano, quien ya tiene cuatro expulsiones con la rojiblanca. Un peligro en las Eliminatorias mundialistas.
Chile trató de aprovechar la diferencia numérica y empezó a presionar la defensa nacional, que debió batallar para no complicar a Gallese. Y a los 26’ Gareca debió sacrificar a Cueva, retirándolo del campo para que ingrese Ramos, como central defensivo. El juego peruano no decayó con el cambio, pero los ataques fueron aminorando.
Gol chileno de Vargas, que pareció adelantado, pero fue validado…
Recién a los 41’ Chile pudo ponerse adelante en el marcador, por una acción conjunta que pareció posición adelantada, pero la repetición de la televisión deja dudas, pues se ve adelantado a Vargas, quien llegó primero a la pelota tocando bajo para vencer a Gallese. Al final, quedaron dudas sobre la actuación del juez venezolano que no sacó ¡ni una tarjeta amarilla a los chilenos!, que a su convenido juicio, jugaron como angelitos.
Se pensaba lo peor para el equipo peruano, pero en la complementaria salió siempre dispuesto a atacar, y a los 59’ una proyección de Advíncula, con centro rasante, que pretendió meterla André Carrillo, obligó a Gary Medel a empujar la pelota a su arco, decretando el empate peruano. Se pensó que podríamos llegar a la definición por penales. Pero faltaba mucho tiempo todavía y los 11 frente a 10 seguían teniendo ventaja, a pesar que Perú jamás bajó la guardia.
Y a los 64’ llegó el segundo gol chileno, marcado también por Eduardo Vargas, con un disparo letal, desde fuera del área, que encontró desubicado a Gallese.
Perú porfió por lograr el empate, pero la superioridad numérica chilena era un contrapeso muy difícil de superar, pues los eternos enemigos del sur, también pretendían ampliar la diferencia.
Se cayó luchando y sin renunciar al fútbol tradicional peruano, que nos ha devuelto Gareca y que nos hace ilusionar con poder llegar a Rusia 2018, cuya Eliminatoria empieza a mediados de octubre y que es necesario apuntalar con partidos amistosos de categoría para seguir avanzando en juego y lograr aumentar el plantel de valores, pues serán 18 partidos por la clasificación y hay jugadores veteranos, como Pizarro (36) que pide cambio a gritos. Si queremos volver a los mundiales, hay que darle más armas a Ricardo Gareca… Hasta la próxima.