En las Eliminatorias para Francia 98 el entrenador de la bicolor estuvo en manos de Juan Carlos Oblitas. Por un pelo quedamos eliminados a manos de Chile que utilizó su racimo de maldades para sacarnos del campeonato mundialista.
Por aquella época Oblitas lanzó una frase que envolvía el juego peruano y su desventaja contra los rivales extranjeros. “Jugamos como en la época de las carretas” decía el actual director deportivo de la FPF.
Oblitas aludía a que el juego peruano era lento, remolón y alejado de la intensidad de la que se habla actualmente para señalar que la pelota no está quieta a lo largo de los 90 minutos.
Una veintena de años después el actual técnico del Cruz Azul de México, Juan Reynoso, crítico y severo señala que en Perú el fútbol no es dinámico y que se ha quedado, superado por Bolivia y Venezuela.
Reynoso advierte que mientras no se enmiende la falta de velocidad y rapidez pasaremos malos momentos. No es necesario que lo diga con las recientes eliminaciones de César Vallejo y Ayacucho en la Copa Libertadores.
No es necesario saber mucho de fútbol para enterarnos que el fútbol peruano es lento hasta la saciedad y que en una veintena de años se sigue practicando el mismo fútbol cansino, lateralizado y remolón que ya se creía superado.
En principio Reynoso tiene una idea de lo que es el fútbol actual y habla con la escopeta que sentencia su afirmación como que su Cruz Azul con el triunfo ante Atlas 3-2 completó 10 partidos invicto. Una histórica faena en México es alabada.
En el Perú los partidos de la Liga 1 pierden precisión e intensidad con equipos cortados por la misma tijera, salvo Roberto Mosquera que se sale del cauce con una oferta futbolística distinta.
No es tampoco el equipo celeste una máquina aceitada que profundice sus ataques a una súper velocidad que asombre, se debe a que la movilización de los otros equipos es a 10 kilómetros por hora.
Los técnicos tienen la responsabilidad de revertir la lentitud de tortuga, tomando como partida lo que propone Juan Reynoso que por algo es un ganador en la competitiva liga azteca.
Debemos ver también que el fútbol dinámico que se propone debe hacerse con jóvenes futbolistas que estén a tono con la modernidad futbolística. No se le puede pedir nada de esto a los refuerzos extranjeros de los diferentes equipos de la Liga 1.
En su mayoría contratan jugadores que superan largamente los 35 años incapaces de ser veloces y dinámicos.
Se vuelve entonces a las canteras para desde esta etapa hacer que los jóvenes se olviden del chiche y la gambeta innecesaria. Hoy las exigencias son otras. Jugar más rápido y no estar jugando como en la época de las carretas.