Ya era noticia conocida que en esta Copa América Chile 2015 veríamos trabajar a varios directores técnicos argentinos, sucede que los entrenadores del Río de la Plata han tomado las bancas de la mayoría de seleccionados sudamericanos. No sólo el Perú ha confiado sus anhelos futbolísticos y los relegados sueños de gloria a orientadores del país de Diego Maradona y Lionel Messi, se incluyen Colombia, Paraguay, Chile, Ecuador y por supuesto la propia Argentina.
Con Ricardo Gareca, el “gaucho” que lleva los hilos de nuestra selección blanquirroja la cosa venía un tanto opaca. Desde su contratación no se habían registrado resultados positivos, derrota frente a Venezuela en Miami y empate con sabor a fracaso ante un México sin muchas de sus estrellas hace unos días en Lima, ambos cotejos de carácter amistoso. Nuestro debut en la Copa América arrojó una nueva caída, claro el rival era Brasil con Neymar y su juego atildado. Pese a al traspié (en el proverbial último minuto) no podemos dejar de notar que Perú presenta un estilo renovado.
Ojo, la renovación no se traduce siempre como mejoría. A mi gusto la zona media de la oncena nacional no termina de acoplarse ni al vértigo ofensivo que el “Tigre” quiere imponer, ni tampoco al control defensivo que se necesita para evitar que nos ganen en los descuentos. No pienso que el asunto pase necesariamente por un cambio profundo, pero sí por reconocer que Carlos Lobatón puede ser más útil en una función mixta, dejando a Josepmir Ballón con un compañero de marca.
Ante Colombia, ser temerarios y atrevidos, lanzarnos en un plan vertical puede darnos una goleada en contra para nuestras estadísticas. La sinceridad debe dictarle a Ricardo Gareca que se nos abrió el partido con Venezuela luego de la expulsión de Fernando Amorebieta, a partir de ese momento los “llaneros” dejaron de pugnar por el triunfo y parecían conformarse con el empate, el gol de Claudio Pizarro llegó en el instante preciso, cuando la “vinotinto” no le alcanzó el tiempo para rearmar la estrategia. Incluir a un “como terreno y piernas” como Edwin Retamoso podría ser la medida justa para llevarnos una clasificación.
¿Y los otros argentinos? José Pékerman sorprendió negativamente. Muchos daban por sentado ver a Colombia arrolladora, en secuencia lógica luego de un buen desempeño en el Mundial Brasil 2014. Los “cafeteros” cayeron frente a Venezuela y le ganaron con justeza a un Brasil que viene de sumar la más sensible baja de la Copa América, con la suspensión por cuatro fechas del astro Neymar. Pierden los cariocas, pierde Dunga y, por supuesto, pierde el espectáculo. Sin embargo, los colombianos tienen todos los argumentos para dejarnos con los crespos hechos a todos los peruanos.
Jorge Sampaoli sigue efectivo en el timón chileno, como anfitrión estaba obligado. Y en la etapa de grupos le ganó con autoridad a Bolivia, superó con un penal dudoso a Ecuador y empató a regañadientes con México. Eso sí, hay que subrayar el desnivel mostrado por sus rivales en el Grupo A, hoy Ecuador (que venía de dos derrotas) se las ingenió para superar a los aztecas (que se regresan a su casa). Justamente, con ese score otro argentino como Gustavo Quinteros mantiene las chances de llegar como uno de los mejores “terceros”.
Las palmas generalizadas van dirigidas a Ramón Díaz que parece haberle tomado la mano a Paraguay, después de ir de tumbo en tumbo con Francisco Arce, Gerardo Pelusso y Víctor Genes. Le empató a Argentina en el primer partido y superó a Jamaica en el segundo. Contra Uruguay “El Pelado” puede terminar de demostrar que los paraguayos ya salieron de su marasmo, que los resignó en los últimos lugares de las pasadas eliminatorias.
Gerardo Martino tiene una gran responsabilidad, hacer de una Argentina plagada de estrellas campeona del mundo. El camino para ese sitial es clarito, primero la Copa América, está y la del Centenario del 2016, en el ínterin las Eliminatorias y finalmente la Copa del Mundo. Uno ve a los albicelestes y no podemos dejar de sentir envidia, Lionel Messi, Ángel DiMaría, Sergio Agüero y Javier Pastore. Y en banca: Gonzalo Higuaín, Carlos Tévez, el “Pocho” Lavezzi. Pueden prestar jugadores y no se resienten.
Hoy es el momento de la “escuela argentina”, al final debería ganar uno de estos técnicos. Los villanos del cuento podrían ser Dunga, aunque sin Neymar se le complicó el esquema, y Óscar Washington Tabárez que se nota extraña a montones a Luis Suárez.