Jorge Sampaoli cuando estuvo en Perú se le vio como un entrenador obsesivo con su trabajo, perfeccionista y exigente por demás, provocando que un sector lo viera como un técnico de enorme proyección, y a la vez, hizo que estallara un cortocircuito con los jugadores a quienes dirigió.
Estuvo en Juan Aurich, Bolognesi, Sport Boys y Sporting Cristal dejando sentada las bases de que podría ser exitoso en cualquier lugar menos en el Perú. Con Emelec ya pudo advertirse de su futuro alentador que consolidó en Chile con la Universidad de Chile al que sacó campeón cuatro veces y obtuvo la Copa Sudamericana.
Este logro le valió ser contratado para que en el 2012 reemplace a Claudio Borghi como entrenador de la selección chilena. Logró clasificar a Chile para el Mundial del 2014 en Brasil y llevó al país sureño al título oficial más anhelado: La Copa América 2015.
Todo bien hasta ahí. Un romance que se veía fortalecido y nadie podría imaginar que el idilio llegue a un divorcio tal como esta semana ocurriera quedando trunca la nueva clasificación mundialista para Rusia 2018.
Como todo estaba tan bonito habría que sospechar que no existe la pureza total en el aire que se respira. Y efectivamente la salida abrupta de Sergio Jadue, presidente de la ADFP de Chile, quien se entregó en Estados Unidos para responder por los cargos de corrupción en Conmebol, hizo que había en todo esto un olor fétido.
Sergio Jadue creó en Islas Vírgenes una empresa, Amicorp, simulando que era donde depositaba el dinero que obtenía como vicepresidente de Conmebol.
Loretta Lynch la fiscal estadounidense que ya lo tenía en la mira por los sospechosos movimientos con Datisa, una empresa creada para manejar ilegalmente los derechos de televisión para una serie de torneos que incluía la Copa América 2015 y la Copa América Centenario, obligó que el dirigente de 36 años renunciara a la ADFP.
¿Y Sampaoli qué tenía que ver con estas movidas?
Jorge Sampaoli en Chile la hizo linda. Ideó jugosos contratos cada vez que lograba títulos y tenía a todos conformes. El propio Jadue le aceptó todo lo que pidiera.
Sin embargo llegó el final de la relación cuando se filtró a la prensa todo el dinero que recibía. Recién se supo que Sampaoli hacía que todos los premios y contratos vayan al paraíso fiscal en Islas Vírgenes a nombre de tres sociedades que fueron constituidas por el propio Jorge Sampaoli, Sebastián Beccacece y Jorge Desio, estos últimos integrantes de su comando técnico.
Esto molestó a Sampaoli. Se vio acorralado porque según Ciper Chile (Centro de Investigación e información periodística) lo tenía acorralado con sus reportes.
Lo irregular fue que el depósito se hizo como ‘derecho de imagen’ y no por los servicios lo que obligó a la ADFP depositar medio millón de dólares a favor del SII (Servicios de Impuestos Internos) para darle legalidad al movimiento.
Jadue hacía sus depósitos truchos en Islas Vírgenes y uno se pone a pensar qué hizo a Sampaoli a tener que llevar su dinero a un paraíso fiscal aunque el SII se dio cuenta que el argentino compró un peine que no necesita para su calva cabeza.