Con todo el interés mundial que existe por la final única de la Copa Libertadores, a disputarse este sábado en Lima, tengo muy presente una frase célebre que pronunciara el ghanés Kofi Annan, ex secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Nobel de la Paz en 2001, cuando estaba al mando ese organismo mundial y veía la importancia que cada vez alcanzaba el fútbol. Dijo: «Ojalá algún día la ONU alcance el poder que tiene el fútbol en todos los rincones del mundo». No se equivocó porque si este ilustre diplomático y humanista africano estuviera vivo (falleció en agosto del año pasado), como gran aficionado al fútbol que era no se perdería este partido entre River Plate argentino y Flamengo brasileño. Estaría sentado al lado de su esposa la abogada sueca Nane Lagergren y sus tres hijos (dos de él, Ama y Rojo en su primer compromiso y, Nina de ella, igual en su primer matrimonio). Los cinco eran muy unidos. Y el fútbol contagia, aunque parezca mentira, porque une más.
Detalles familiares de Annan al margen pero sí ciñéndonos a su frase escuché ahora poco de los comentaristas argentinos de Fox Sport que el partido será transmitido en vivo a 186 países de todo el mundo y se calcula que 5 mil millones de aficionados entre niños, jóvenes, adultos y ancianos de ambos sexos seguirán las incidencias que sobre el verde gramado el coloso de Ate realizarán los ‘millonarios’ dirigidos por el argentino Marcelo Gallardo (43 años) y los ‘mengaos’ por el portugués Jordi Jesús (65).
Es tanto el poder del fútbol del que hablaba Kofi Annan que ayer el presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), el paraguayo Alejandro Domínguez, declaró que aquellos pasajeros que a la hora del partido estén viajando en aviones o en cruceros -en cualquier latitud del planeta- podrán ver la retransmisión gracias al sistema tecnológico que ya está funcionando en este tipo de acontecimientos deportivos. Tampoco la famosa BBC de Londres se ha querido quedar atrás: por primera vez, también, se ha interesado en transmitir en vivo el partido entre River y ‘Fla’ en varios países de Europa, tal como lo hace con los choques de la Champions League.
Y, siempre siguiendo a Annan, este sábado por ejemplo, tanto River como Flamengo han asegurado premios millonarios. Si los del ‘Muñeco’ Gallardo como lo llaman campeonan recibirán 12 millones de dólares (y la mitad el subcampeón) además del 25% de la taquilla que se recaude, en tanto que el segundo ‘solo’ recibirá el 15%. Dominguez redondeó su anuncio que River o ‘Fla’ en caso que uno de ellos campeone obtendrá, al final, por lo menos 20,4 millones en billetes estadounidenses y el segundo se quedará con US$14,4 millones. Estos 20 y pico palos verdes resultan de las diversas etapas que fue ganando en el desarrollo de la Libertadores de este año. Está en primer término los 3 millones de dólares por jugar la fase de grupos; el millón 050, 000 por los octavos de final; 1.200.000 por avanzar a cuartos y 1.750.000 por ser semifinales.
Hay que considerar que el 2017 el campeón recibió 6 millones de dólares y el subcampeón la mitad, es decir tres millones. Y las sumas han seguido creciendo.
Estos montos no pueden representar sorpresa alguna considerando que para esta edición copera 2019 la Conmebol en marzo último informó que repartiría US$ 161.9 millones solo en premios entre todos los clubes participantes del certamen deportivo. Todo un récord si se toma en cuenta que el 2018 el reparto fue de 103.8 millones del billete verde de EEUU. Lo que significa que se aumentó US$58.1 millones.
Pero no todos los futbolistas de River y ‘Fla’ y sus comandos técnicos se forrarán los bolsillos porque, por ejemplo, los dueños de la mayoría de los palcos (el Monumental tiene 1,250 que albergan a 21,516 aficionados) los han ofertados a precios por asiento. Por los nueve asientos que tenían un precio de 59 dólares y que los dueños pagaron 530 dólares hoy los ofertan a 3,150 dólares con avisos como estos: “Alquiler de palco completo, 9 personas. Incluye 9 entradas numeradas, baño privado, frigobar”. Los pagos se podían hacer con tarjeta de crédito. Brasileños y argentinos que no han conseguido boletos los están pagando.
Ni modo. Si por ejemplo los hinchas argentinos que no tuvieron para boletos en avión y lo hicieron por vía terrestre pagando 285 dólares para recorrer 3,912 kilómetros durante tres días no pueden quedarse sin estar sentados en las tribunas o palcos del Monumental limeño. Quizá haciendo una ‘chanchita’ entre nueve se darán el gusto de ver a sus ídolos campeonar o consolarse con ser segundos. Los que viajaron por avión en solo tres horas y algo más pagaron 536 dólares. Esto de acuerdo a la infografía del diario El Comercio.
Cierro mi columna así: si los chilenos se quedaron sin ver esta única final copera, pero sí siguieron muy de cerca la filmación de la película «Danza con lobos» del actor estadounidense Kevin Costner en la legendaria isla de Rapa Nui, los peruanos sí verán otro espectáculo pero de fútbol aunque con el sello de «Danza con dólares».