Lo social debe estar en el primer lugar de la agenda política

 

A la fecha y en estos primeros días de campaña electoral los dos finalistas que compiten en procura de la banda presidencial tratan de llevar agua para sus molinos, en una pugna verbal que, al parecer, se volverá más beligerante de lo imaginable. La desesperación por alzar vuelo lo más rápido posible y aterrizar en el acogedor solar ciudadano, los está llevando al uso desmedido de la palabra adjetiva, en un equivocado propósito de desmerecer las cualidades que quizá tenga uno u otro. Olvidan que en estos tiempos ha emergido una nueva generación de electores que tiene una visión diferente de la realidad política, económica y social del país y que reclama, más que voces altisonantes, soluciones reales a los problemas más acuciantes, que se puedan emprender en un plazo inmediato del periodo de cinco años de gestión gubernamental. Ofrecer el oro y el moro, que más que seguro no podrá lograrse, significa simple y llanamente, una promesa tanto o más grave que la pandemia del covid-19 que tiene postrada a una nación empobrecida como la nuestra.
Con frecuencia se repite que la culpa del empobrecimiento del pueblo peruano no tiene más responsable que el propio pueblo que, en su momento, década tras década, no ha tenido el acierto de elegir a sus gobernantes. Es posible que sea así. Pero, tampoco se puede olvidar que ese desfile de mandatarios, caracterizados por su incapacidad para dirigir los destinos de la nación, ha sido la consecuencia de otros factores, ajenos a los verdaderos intereses de la mayoría de la población, olvidada, marginada, no contactada en cada una de las tres regiones naturales del territorio patrio.
Tan innegable situación es la bandera política que, más allá de las ideologías, deberían de hacer suya estos inesperados finalistas a la segunda vuelta electoral. Como muestra de esa vergonzosa realidad, es impostergable que hagan suya la dolorosa existencia de esos compatriotas que, por necesidad material, a lo largo del tiempo, han formado todo un cinturón de miseria que rodea a la Lima urbana. Esto se repite en otras ciudades, hasta en las más lejanas, sin que exista una planificación efectiva al respecto. ¿Acaso, no se dan cuenta que males como la pandemia del virus covid-19, tiene allí afincada sus raíces?
Por eso en estos momentos cruciales, lo hemos dicho y ahora lo repetimos: lo social que es lo humano, debe ser la clave en la agenda de toda la problemática política, económica, ética y cultural de estos tiempos, del nuevo desarrollo y de la construcción de un Perú de todos los peruanos.

 

One Response

  1. Me gustaria comunicarme con el Sr. Roberto Mejia Alarco. Nos conocimos hace años cuando el era presidente de la ANP y un grupo de periodistas radiales de aqui de Atlanta, Georgia, USA viajamos a Peru y nos hicimos miembros.
    Personalmente, aun sigo alfrente del Periodico la Vision y ahora tambien tenemos La Vision radio y La Vision TV en YouTube.
    Quisera retomar contactop y ver si de alguna manera podemos trabajar juntos apoyandonos mutuamente.
    Agradeceria si Roberto pusiera contactarme por Email.
    Saludos, gracias y quedo en espera de recibir noticias al respecto.
    Victoria Chacon.

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