Lolo Fernández no está recibiendo el mejor trato a su memoria con un presente triste de la actual campaña de Universitario que fotografíala peor presencia crema en el campeonato peruano desde su fundación el 7 de agosto de 1924.
Universitario atraviesa por la actual situación no por casualidad. De hecho que las cosas se han hecho mal para que se reflejela fantasmal figura de un equipo con historia se vea tan deformada como el mediático mensaje de programas como Combate y Esto es guerra.
Con Héctor Chumpitaz, Roberto Challe, Percy Rojas, Juan Carlos Oblitas, Nicolás Fuentes y Luis La Fuente, Universitario se movió en un reino propio que tuvo su cobija más resonante con el subtítulo de la Copa Libertadores en 1972.
Universitario en el fútbol peruano implica respeto y reconocimiento. Es un símbolo de grandeza, de incomparable presencia, con una hinchada que sufre y goza pero se ve con la llanta baja por una campaña triste con números que no corresponden a su linaje: 24 partidos jugados, 14 derrotas, 5 victorias, y 5 empates. Solo 19 goles a favor y 33 en contra con una diferencia de goles de -14.
Con el técnico colombiano Luis Fernando Suárez, laureado y respetado, conocedor de los ajetreos dehaber vivido en carne propiaun mundial, daba la talla para que la ilusión del hincha crema se agrandara.
La realidad fue otra. El DT mundialista que llegó como salvador de pronto el terno le queda grande, no se acomoda a su cuerpo regordete y se encoge toda su humanidad.
Con él el equipo se desploma y se va al garete. El plantel gotea por todos lados, inundándose la nave crema hasta el cuello y lo peor no hay salvavidas para salir a flote. Al menos por ahora.
Cierto es que existe la amenaza del descenso pero todavía resta jugarse tres fechas del Torneo Apertura y luego vendrán 17 fechas del Clausura. Sobran puntos como para sumarlos y ponerse a buen recaudo. Sacarle la vuelta a la fiera que con sus las fauces trata de engullirse al equipo.
Sin embargo, lo que el hincha teme es la forma cómo el equipo deja de sumar. No agarra un elefante en un ascensor. Se les escapan los triunfos como sucedió en el 1-1 con Garcilaso en el Monumental.
A Universitario le queda rezar y sumar. Los rezos son fundados para que la parroquia crema se tranquilice, su numerosa hinchada pare de sufrir y recupere la sonrisa. Lolo allá en el cielo puede ayudar, pero en el ámbito terrenal, los jugadores tienen que poner lo suyo. Y los goles que están ausentes.